Poco tuvo de internacional la compra consolidada de medicinas y material médico que convocó la UNOPS, a cargo de Giuseppe Mancinelli: los laboratorios mexicanos, a los que se les quiere echar a patadas del suministro al sector público, ofertaron el 67% de los productos que requiere el Insabi, de Juan Ferrer; dieron cara —y carta de crédito y un pesado trámite— ante una burocracia que poco los aprecia mientras el “gallo de gallos” del Gobierno mexicano, la sudafricana Mssat Alibidah Alkqrii, fue descalificada.
Es difícil saber el estado de ánimo de Ferrer ahora que el instituto a su cargo está frente a un creciente problema de desabasto del que sólo lo podrán sacar las empresas que fueron determinadas como enemigas de su jefe, del Presidente. Vaya, el principal oferente, esa extraña empresa que se presentó como sudafricana, que habría pagado 64 millones de pesos ante la Cofepris, de José Alonso Novelo, para acreditar la oferta de 393 claves médicas, fue desechado por la UNOPS, de Grete Faremo, pues no encontraron elemento alguno que validara la existencia de una compañía que presentó las más cuantiosas ofertas al Estado mexicano.
El principal oferente, luego de la descalificación de la supuesta firma sudafricana con nombre presuntamente árabe, es una firma mexicana, una de las más longevas y que ha desarrollado todo un clúster industrial de salud en Jalisco: PISA, fundada por Carlos Álvarez, con capacidad para cumplir en precio y tiempo de entrega con casi 12% de las solicitudes del sector público de salud.
A ellas les siguen firmas Psicofarma, de Efrén Ocampo; pero el elemento “internacional” quedó desvanecido no por una “jugarreta neoliberal” sino por las indefiniciones de producto-precio-cantidad en las que incurrió el Insabi, indefiniciones que se trasladaron a la UNOPS y que han provocado un punto de quiebre entre el intermediario internacional (que cobra 135 millones de dólares) y las instituciones mexicanas que, como el IMSS, de Zoé Robledo, han optado por comprar y distribuir bajo su cuenta y riesgo para evitar desabasto.
Mérida in The Sky Diamond. La recuperación económica en Yucatán se apuntala nuevamente, ahora con la inversión de 1,800 millones de pesos que los socios de Sky Capital, José Enrique Gasque Casares, José Enrique, Alejandro y Patricio Gasque Mier y Terán, así como Manuel Serrano Plowells, construyen el primer rascacielos del sureste mexicano: el edificio The Sky, con una altura de 160 metros será la audaz y moderna edificación de usos comerciales y corporativos múltiples que reflejará la expansión de la actividad productiva bajo la administración del gobernador Mauricio Vila…, pues la colaboración gubernamental ha sido clave para impulsar una obra que de manera directa generará 800 empleos directos, además de los que se generarán en los servicios requeridos en los 36 pisos de la torre. Vaya, si Yucatán perdió 25 mil empleos por el impacto del Covid-19, va hacia la recuperación, ya suma 10 mil nuevos empleos, tal y como ya reporta el secretario de Fomento Económico de la entidad, Ernesto Herrera, estimulando la inversión privada.
Impresiones de gato por liebre. Por cierto, en el IMSS, en la delegación Tamaulipas a cargo de Velia Patricia Silva, la cosa se pone intensa en la licitación de tóner y cartuchos para impresoras: diversos proveedores aseguran que no conviene optar por una licitación de carácter nacional, pues en años previos se intentaron vender insumos Lexmark, que lleva en México Isaac Bessudo, y que llevó a la suspensión de concursos similares en otras delegaciones. Y es que, señalan, el problema radica en el programa de reciclaje de Lexmark que entrega precisamente equipo reutilizado que tiene una eficiencia hasta -50% inferior a la de los cartuchos nuevos. No vaya a ser que en Tamaulipas les den gato por liebre.
Viene PagaPhone. La novedad es PagaPhone, empresa dirigida por Ulises Téllez, que lanza una aplicación para transferencias digitales de remesas procedentes de EU desde teléfonos móviles. Ello, mediante una alianza con MoneyGram, busca facilitar el envío de remesas y el cobro de las mismas, pues podrá ser retiradas por el beneficiario de cualquier cajero automático con una tarjeta de débito de PagaPhone. Ojo.