No hay entidad empresarial y de inversión en México o el extranjero que vea con pesimismo la ya vigente reforma al Poder Judicial; los más optimistas consideran que “habrá oportunidades”, como señaló Arturo Elías Ayub, en tanto que la mayoría empresarial opta por “pausar” sus proyectos hasta calar que sucederá con esa reforma, en tanto los pesimistas afirman que Andrés Manuel López Obrador cometió el “error de septiembre”. Pero la Secretaría de Economía de Marcelo Ebrard dice tener un plan para evitar una “desaceleración importante” en 2025.
El plan en cuestión, conforme al documento “Secretaría de Economía 2024-2030”, la guía estratégica es la sustitución acelerada de 40% de las importaciones que Estados Unidos hace de China en sectores de alto valor agregado como manufactura de equipo de iluminación eléctrico, manufactura de medios magnéticos y ópticos, manufactura de material eléctrico, pero, sobre todo y como cereza del pastel: equipo de comunicación, semiconductores y equipo eléctrico asociado, y manufacturas para el hogar, oficina y cocina.
Además de la intervención directa de Ebrard en desarrollar el plan, el documento se hará en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores, que llevará Juan Ramón de la Fuente.
La estimación proyectada por el próximo titular de Economía es que atrayendo 40% de esas importaciones, que EU ha reducido por la guerra comercial que sostiene con China, México podría exportar adicionalmente para su socio de América del Norte más de 14,800 mdd por años… o sea agregar sólo 20% adicional a las exportaciones que México ya realiza gracias al muy neoliberal T-MEC.
El plan del próximo Gobierno mexicano es atraer inversiones de 50 empresas que buscan relocalizarse y generar millones de empleos sobre todo en los estados norteños. Entre las empresas con las que se comenta que ya hay conversación para que se relocalicen sus fábricas de China en alguno de los 10 corredores industriales mexicanos son el gigante en electrónica Foxconn, que encabeza Liu Young-way; el fabricante de microprocesadores Intel, que conduce Pat Gelsinger; la firma de mensajería DHL, a cargo de John Pearson; General Motors, al mando de Mary Barra y Mabe de José Luis Berrondo.
El objetivo explícito de la próxima política industrial pública con Claudia Sheinbaum es remplazar a China, Malasia, Vietnam y Taiwán en los sectores estratégicos del futuro cercano como es electromovilidad, nueva medicina y dispositivos médicos, electrónicos, aeroespacial, datos y chips, generación y acumulación de energía.
El objetivo de lograr que empresas mexicanas sustituyan a la proveeduría asiática suena como un buen y meritorio propósito. Pero el asunto es el “cómo” y “cuando hacerlo”. Y vaya, dado que en términos porcentuales casi no ha cambiado la aportación de valor agregado nacional de las exportaciones mexicanas desde la época de Luis Ernesto Derbez hasta Raquel Buenrostro, significa que los discursos sobre política industrial han sido sólo eso: rollos faltos de intensión política y presupuesto fiscal que derivan en bonitos y enunciativos PDF, que presentó Tatiana Clouthier antes de ser removida de esa secretaría.
Un acto de magia tipo varita de Harry Potter no será suficiente para que México sea el nuevo taller fabril de los consumidores estadounidenses… y menos con pleitos comerciales y regulatorios que apuntan no a la revisión, sino, a la renegociación del T-MEC.
PRI y la Guardia Nacional. Esa reforma constitucional será discutida en el Senado de la República y hará dos chuzas políticas: La primera es para el oficialismo: tras décadas de narrativa “de izquierda” contra la “militarización”, ahora tendrá que instrumentar esa medida, que luego de 12 años de criticar a su villano favorito, Felipe Calderón, de desatar “la guerra contra el narco”, Andrés Manuel López Obrador reconocerá por la vía de los hechos que la estrategia “abrazos no balazos” fue un fracaso y que dejara un instrumento de fuerza pública para su sucesora.
La otra segunda, evidenciaría de nuevo el descrédito que hoy padecen la bancada del Partido Acción Nacional y de Movimiento Ciudadano luego de que sus senadores “se ausentaron” o votaron a favor de la reforma judicial tras jurar que lo harían en contra. De acuerdo a la medición de la conversación digital efectuada por Xpectus, sólo 89 % de las opiniones son adversas para el PAN tras la traición a manos de Miguel Ángel Yunes Linares y Miguel Ángel Yunes Márquez; y para Movimiento Ciudadano, 85% en contra, luego la dudosa “detención” del padre del senador Adrián Barreda y la ausencia en todo ese convulso momento del patriarca naranja, Dante Delgado.
La votación de la reforma de la Guardia Nacional apunta a que ambos partidos quedarán otra vez patas arriba.
Pero quien ha avanzado en el ánimo ciudadano es el Partido Revolucionario Institucional, con 75% de positivos, luego de que Alejandro Moreno y los senadores tricolor fueron firmes contra la reforma judicial… lo que hace prever que votarán en contra de regresar la Guardia Nacional al Ejército, para así consolidarse como el real partido opositor ante un régimen hipercentralizado.
Taxistas, garrote vil. Lo que faltaba. Aunque el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jorge Nuño, y el director del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el contraalmirante José Ramón Rivera Parga, abrieron el espacio para negociar una regulación sensata e incluyente para todos los servicios de transporte terrestre de pasajeros en los aeropuertos del país, el gremio de taxistas del AICM pide una policía especial para detener y multar a los autos Uber, Didi, CabiFy o Mi Taxi que osen afectar su monopolio.
Violatorio a la libertad ciudadana esa inadmisible exigencia.
Banorte en el Ágora. La nueva es que el Banco Internacional de Pagos, que dirige Agustín Carstens incorporó a la alianza público-privada global de bancos centrales para analizar y crear modalidades encriptadas 100% seguras para transacciones transfronterizas (llamado Ágora), nada menos que al Banco Fuerte de México. Banorte, al mando de Carlos Hank González, en las grandes ligas.
