Es fundamental el propósito del secretario Rogelio Ramírez de la O de estimular la llegada de empresas multinacionales a México aprovechando el retorno de aquellas firmas que se instalaron en Asia hace 40 años y que por el reacomodo político y comercial hoy les conviene estar en América… el problema es que aquí no hay suficientes expectativas siquiera para que las multinacionales ya instaladas aumenten sus inversiones.
La participación de Alberto de la Fuente hace una semana ante el Parlamento Abierto mostró uno de los ángulos que tienen en ascuas a las 56 multinacionales más importantes en México, la posibilidad de que la contrarreforma eléctrica de Manuel Bartlett prospere en el Congreso no les permite un horizonte claro para expandirse o permanecer estables. De la Fuente señaló que la contrarreforma implica un mayor costo de la electricidad a fin de restituir la dominancia de la CFE y reducir a los generadores privados y mayor uso de fuentes contaminantes que afectan los compromisos internacionales para enfrentar el cambio climático y la eventual aplicación de aranceles a los productos de exportación hechos en México.
Pero no es el único evento que influye sobre las decisiones de inversión en México de multinacionales, como AT&T, que encabeza Mónica Aspe; Airbus, de Ricardo Capilla; Bayer, que comanda aquí Manuel Bravo; BP, al mando de Angélica Ruiz; Dupont, que lleva Juan José Zaragoza; Grupo Modelo, que representa Cassiano de Stefano; Visa, a cargo de Luz Adriana Ramírez o Toyota, que conduce Luis Lozano.
La creciente inseguridad, la reducción de la capacidad de consumo en el mercado interno y la narrativa —y política— antiempresarial desde el poder público mantienen las chequeras en pausa. Para los directivos de estas compañías es mala noticia que el entorno de negocios se deteriore, pues como embajadores de México ante sus respectivas corporaciones, saben que deben competir en desventaja ante países que ofrecen mejores condiciones.
Habitualmente, las empresas CEEG presentaban sus proyectos de inversión anual en el primer mes del año conforme a sus planes a 10 o 20 años; era un ejercicio relativamente sistemático. Sin embargo esa capacidad predictiva hoy se deteriora ante la inestabilidad local para ejecutar negocios.
Bimbo, inversión histórica. Un dato que no puede pasar desapercibido en los reportes trimestrales a la BMV es el de Bimbo, que encabeza Daniel Servitje, es la inversión en capital fijo (CAPEX) de 1,500 millones de dólares durante 2021, de los cuales la mitad está invertido en México. En la conferencia para inversionistas efectuada el martes pasado, el director financiero de la firma de panificación, Diego Gaxiola, apuntó que en 2020 la inversión de capital fue de 900 millones de pesos, pero saltó 65% en 2021 para llegar a su nivel histórico. Hay pan en la mesa.
Harina Gruma, ventas al alza. Y la firma que comanda Juan Antonio González rompió el cerco que sobre los consumidores tendió la pandemia Covid-19: en el cuarto trimestre de 2021 sus ventas totales aumentaron 17% en especial por el impulso en los mercados de Estados Unidos, Europa y Asia. El mercado internacional representa 74% de las ventas de Gruma, pero aun así, el mercado nacional se sostuvo el año pasado, pese a las presiones inflacionarias. Ello derivó en utilidades netas trimestrales de 1,814 millones de pesos.
CDMX, juzgados electrónicos. Y como parte del proceso de modernización del Poder Judicial de la Ciudad de México, durante la presidencia del magistrado Rafael Guerra Álvarez, a partir del 28 de febrero iniciará el proceso de implementación del sistema electrónico de citas en todos los Juzgados Civiles y Familiares del PJCDMX. En el programa piloto se ha visto que el sistema de citas reduce hasta en un 60% la asistencia presencial, agilizando trámites, evitando pérdidas de tiempo y dinero.
