De nada sirvieron las advertencias aquí publicadas sobre el efecto que tendría el favoritismo y falta de experiencia de Imedic, que asociada con Fuji de México, a cargo de Enrique Giraud, fue beneficiada por un contratito de hasta 142 millones de pesos para los servicios de imagenología dispensado por la directora de administración, Almendra Ortiz Geniz, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado: desde el viernes y todo el fin de semana pasado se suspendieron las cirugías del Centro Médico Nacional, así como en otros 14 hospitales de tercer nivel así como en otros 20 hospitales generales por la carencia de radiografías, endoscopias y de anatomía patológica.
Como aquí le conté, en la sesión extraordinaria número CAAS/ISSSTE-049/2022 de fecha 20 de junio del 2022 por el comité de adquisiciones, arrendamientos y servicios del ISSSTE se le adjudicó a Imedic el contrato para el servicio integral para la gestión, digitalización, almacenamiento, procesamiento y distribución de imágenes médicas de imagenología, con un valor mínimo de 58 millones de pesos y un máximo de hasta 144.8 millones de pesos en el periodo del 1 de julio al 31 de diciembre del 2022. También le conté que el servicio lo prestaba previamente la empresa Tesi de México, cuyo contrato concluyó el 30 de junio. El asunto es que el nuevo proveedor, Imedic, es un distribuidor de medicamentos sin experiencia en el ramo del que salió ganancioso.
No puede ser más directo y crudo el oficio 96.200.1.1.1.1/1316/2022 firmado por la directora del Centro Médico 20 de Noviembre, Martha Alvarado, y por su subdirector médico, Rodrigo Rodríguez, y el subdirector de finanzas, José Manuel Olán: “(…) la atención médica que brinda este nosocomio se encuentra seriamente afectada por la falta de los servicios integrales antes mencionados, ya que esa situación imposibilita la toma de decisiones para el diagnóstico y tratamiento oportuno de los enfermos, que en su mayoría son pacientes con estados de salud muy graves”, escriben a la subdirectora de Infraestructura del ISSSTE, Mónica Arreola, y a la jefa de servicios médicos, Viridiana Ruiz, a quienes les solicitan en calidad de urgente las acciones para solucionar la falta de servicio provocada por Imedic.
¿Quién pompó? La responsabilidad de esa adquisición es de Almendra Ortiz Geniz, quien en pasado empleo en la Ayudantía de Presidencia blofeó de su presunta cercanía a la familia de Andrés Manuel López Obrador y de contar con el apoyo de la Oficialía Mayor de Hacienda… cosa que sigue haciendo a la sombra de Pedro Zenteno, director del ISSSTE.
Y para efectuar ese tipo de compras, se sabe, se auxilia de Alejandro Martínez Orozco, de Isaac Martínez, así como toda su parentela política, que en asociación con Mónica Arreola, subdirectora de Infraestructura, han dejado en la indefensión a los derechohabientes con cirugías canceladas los últimos tres días… y los que faltan.
Se va Morán. No, no será fulminante, pero de que se va, se va, nos aseguran, una vez que Carlos Morán haga la correspondiente entrega de la oficina de la dirección del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a su sucesor. Obviamente, el expediente de problemas, deficiencias y sobre todo de una enorme, monumental descoordinación entre las diversas autoridades que convergen en el aeropuerto capitalino que ha deteriorado la calidad del servicio de pasajeros: vaya, el AICM atendió hasta 50 millones de pasajeros y 1,200 vuelos por día previo a la pandemia con índices muy aceptables de puntualidad y calidad de servicio (maletas, sanitarios y andadores), pero ahora, con poco más de 40 millones y 800 vuelos, está literalmente de cabeza. Se habla que el sucesor será el exalmirante Carlos Vázquez Tizcareño, a quien le tocará lidiar con todos los problemas y resolverlos pronto…, pues para que haya un Sistema Aeroportuario Metropolitano el AICM debe funcionar óptimamente.
