Texcoco, el daño patrimonial

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores
Mauricio Flores Foto: larazondemexico

Resultó penoso observar la queja airada de 7 de 13 licitantes por presunta corrupción en el concurso para retirar las elegantes estructuras tubulares de los foniles que darían cuerpo al frustrado Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México; y si también resulta penoso que la administración de Gerardo Ferrando vendiese “por kilo” la obra diseñada por Norma Foster, más penoso será evaluar el eventual daño patrimonial por revender en cacahuates materiales por los que pagaron unos 15 mil millones de pesos.

En el afamado libro “Por qué fracasan los países”, Daeron Acemoglu y James Robinson esclarecen cómo los regímenes absolutistas a lo largo de la historia han sido enemigos del progreso técnico y económico: de Asia Central, África o América perciben que la inclusividad del desarrollo minará su poder político al fortalecer a sus competidores, y por ello prefieren impedir o destruir rutas férreas, marítimas y aéreas aun a costa de inducir un daño quizá irremediable en las potencialidades de una nación.

Esta tesis se aplica a la suspensión de obra, desguace y próxima inundación de lo que se perfiló como el hub aéreo más importante de América del Norte con un costo que, a juicio de excontratistas y expertos consultados, implica una pérdida directa, de proyecto, tierras y financiera de casi 230 mil millones de pesos.

Lo perdido, perdido está. Curiosamente en la página electrónica del GACM ya no aparece la información detallada del gasto ejercido en cada una de las obras concursadas durante la gestión de Federico Patiño; en su lugar existe una justificación de la cancelación del NAIM donde acusa de ocultamiento premeditada de información financiera y técnica que encarecería la obra e incumpliría los plazos. Dichos señalamientos darían para que la fiscalía de Alejandro Gertz hubiese instrumentado alguna acción penal… pero nada, de hecho, ya se liquidó 100% los adeudos con todos los “corruptos” contratistas.

El GACM, al vender 49 mil toneladas de foniles a Grupo Gilbert, obtendrá197 millones de pesos. En el polígono de Texcoco hay otras 100 mil toneladas de aceros de espesor y corte específico para Edificio Terminal, Terminal Multimodal y Torre de Control. Al venderlos como chatarra tal vez la dirección de finanzas del GACM, a cargo de Carlos Villazón, obtenga otros 500 millones de pesos: un total de 700 millones por algo que habría costado 15 mil millones de pesos según las estimaciones de obra.

Vaya, PwC, que encabeza Mauricio Hurtado, reconoce en los estados financieros 2018 del GACM que por la cancelación del NAIM el deterioro tan sólo de activos sumó 59.9 mil millones de pesos, daño que se elevó a 74.7 mil millones de pesos a septiembre de 2019

Ni “Los Duarte” habrían hecho tal boquete en la Hacienda pública.

¿Es cabal lo de Cabal? El fin de semana corrió la versión de que el empresario Carlos Cabal Peniche y el comerciante Alejandro Del Valle capitalizaron con 150 millones de dólares Interjet, pero no hay confirmación oficial por parte de la firma de Miguel Alemán. Y resulta raro, pues ayer Interjet regreso otro A-320 a la arrendadora Avolon, el XA-RBA que fue estacionado en Tucson. Además, la aerolínea no ha pagado a Seguros Atlas la protección a los aviones que le restan, por lo que recurrió a una medida precautoria judicial para no quedarse sin protección… pues sin seguros, la SCT tendría que revocarle su concesión.

Sedena, Herpay gana. La nueva es que el concurso LA-00700999-E49-2020 para dotar a la Guardia Nacional de Uniformes Tácticos -incluyendo rompevientos 3en1- lo ganó Herpay de Mauricio Bastida que ofreció el suministro en 367 millones de pesos. La dependencia que comanda Luis Sandoval se decantó por la mejor oferta en la relación costo-beneficio más conveniente para el desempeño en las tareas de seguridad y vigilancia que realizan las fuerzas armadas, dejando en el camino las propuestas de firmas como Link-INC, Suministros Especializados Carsa Secars y Xeteron.