El auditor de la Federación, David Colmenares, puede estar tranquilo por ahora: mientras que la Unidad de Evaluación y Control (UEC) de la Cámara de Diputados no desacredite su Reporte Cuenta Pública 2019, los legisladores de Morena podrán lanzar encendidas proclamas, pero no intentarán removerlo pues habría que contratar otro auditor después del 6 de junio próximo.
Además, los funcionarios que cancelaron el NAIM, entre ellos Gerardo Ferrando, exdirector del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, quien ordenó se dejara inundar el polígono en febrero de 2019, dormirán sin sobresaltos: la auditoría que se hizo fue de desempeño, no financiera, y por tanto no les cargará responsabilidades.
Que se preocupen los que tendrán que pagar —o sea los contribuyentes— la deuda por un activo que nunca tendrá ni que generará los ingresos netos esperados por 44,000 millones de pesos anuales sólo por cobro de Tarifa de Uso Aeroportuario a los viajeros que habría pagado el capital e intereses de la deuda en 7 años
En el mismo documento de ASF que enojó al Presidente se registra que el factor que potencia a 332 mil millones de pesos la pérdida de cancelar Texcoco es la deuda financiera de los Bonos Mexcat, 79,265 millones de pesos pendientes de pago más sus intereses por 89,190 millones de pesos por los vencimientos en 2026, 2028, 2046 y 2047… sumando deuda financiera por cubrir 168,455 millones de pesos que se adicionan sobre los costos irrecuperables de obra por 163,993.5 millones de pesos, como detectó oportunamente el especialista Mario Di Costanzo.
El costo financiero se empezará a pagar luego de finalizar el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a largo plazo como fue el Fobaproa, pero con la agravante de que se trata de deuda pura sin ningún activo tangible o intangible como fue la estabilidad del sistema de pagos en el rescate de 1996. Esos costos son los que dijo Colmenares Páramo revisará a fin de presentar algo nuevo… dejando de lado que la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas impide modificar un Informe de Cuenta Pública hasta que haya dictaminado en tal sentido la UEC, misma que dirige David Villanueva y que no ha dicho ni pío en el caso NAIM.
Correlación de fuerzas. Una vez que esa UEC se pronuncie, la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados —que encabeza Mario Alberto Rodríguez de MC— podría proponer la sustitución de Colmenares Páramo…, pero se tendrá que hacer mediante una selección por concurso que, por los tiempos legislativos, podría suceder luego de que haya cambiado en junio la composición partidaria de la Cámara: si Morena pierde la mayoría, ello resultaría muy inconveniente para la 4T. Para el partido oficial, es mejor dejar las cosas como están que moverlas ahora. Y es que, si en el programa de auditorías para 2020 se planteó que para el NAIM se efectuase una de desempeño, no pasará de exhibir el despilfarro, omisiones e improvisación. No pasa nada.
Vaya, si no se realizó auditoría financiera para 2019, que habría planteado responsabilidades a las acciones que tomó la administración de Gerardo Ferrando en el GACM y a su exjefe Javier Jiménez Espriú, se debe a la mayoría aplastante que tiene Morena en San Lázaro. Ni le busquen.
Campo México-USA. Independientemente de que haya sido “bonita” o no la reunión entre AMLO y Joe Biden, los temas básicos están sobre la mesa: ayer se encontraron de manera virtual los secretarios de agricultura, Víctor Villalobos Arámbula y Thomas James Vilsack. La agenda de trabajo rondó básicamente en la complementariedad entre ambos países para sostener el abasto agroalimentario en la región, apoyados en los avances tecnológicos y prácticas sustentables. El titular de la Sader tuvo que tranquilizar a los productores de maíz transgénico amarillo de EU, aclarando que, pese a la prohibición, cultivar semillas genéticamente mejoradas en nuestro país, no se dejará de comprar sus cosechas mientras México sea deficitario en el grano que requiere para forraje.