Última hora: Grupo México se queda Banamex

GENTE DETRÁS DEL DINERO

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Este fin de semana trascendió que ya se ultimó el contrato por el cual Grupo México, que encabeza Germán Larrea, adquiere Banamex —una parte— en una suma que rondaría los 9,000 millones de dólares; el contrato se habría ya firmado con la representación legal de los accionistas presididos por Jane Fraser y ya corre un profundo due diligence para afinar los detalles de una operación que no incorpora la Afore Banamex y que busca contener los pasivos contingentes, en especial los más tóxicos como la demanda de Amado Yáñez por la quiebra de Oceanografía.

Como aquí se lo contamos, Larrea, “El buena onda”, buscará el soporte de nuevos socios a través de una Oferta Pública de Acciones en los mercados bursátiles internacionales y de México al no contar con otras “manos firmes” que tomen parte del negocio como accionistas directas, como habría sido Carlos Slim.

La colocación en sí misma puede ser un aliciente, una auténtica asistencia respiratoria de boca a boca, al lánguido desempeño de la Bolsa Mexicana de Valores donde, pese a los esfuerzos de Marco Martínez, 6 emisoras concentran más de 60% de la operación diaria. Sin embargo, la colocación masiva en la BMV puede “indigestar” al mercado local al generar presión a la baja de los precios dado lo reducido de su tamaño.

Veremos lo que se anuncia en los próximos días, pero fuentes certeras nos aseguran que la suerte ya está echada.

Delfina sobre Liconsa, pero sin Verde. No está usted para saberlo ni yo para contarlo, pero le puedo platicar que Segalmex, la entidad de seguridad alimentaria que lleva Leonel Cota Montaño, acaba de tomar un sesgo totalmente partidista. De entrada, los directores de sus 10 plantas en todo el país, personal reconocido por décadas de atinado trabajo estratégico, están siendo sustituidos por militantes y/o seguidores de Morena. Se trata de cambios que están inspirados, nos dicen, en las recomendaciones de expanistas como Ruth Olvera, así como por “cachorros del priato” como Rommel Ramírez, cuyo hermano es fácilmente identificable en Oaxaca y el Estado de México, de donde se sabe, está ligado con la candidata oficialista Delfina Gómez.

El plan es abrir casi en cualquier domicilio —de entre el padrón de los Servidores de la Nación— tiendas y lecherías aunque no se cumpla con las reglas de operación como cumplir con el padrón de beneficiarios o contar con las instalaciones apropiadas. El asunto es hacer campaña, mucho ruido, toda una verbena guinda en cada “inauguración” previo a la elección del Estado de México… aunque casi no haya productos y/o usuarios.

Y es que en el mitin de cierre de precampaña de ayer domingo, la abanderada morenista se vio falta de punch real (los acarreados son eso, ánimos volátiles a cambio de dádivas) incluso entre sus aliados del Partido Verde: los líderes de esa organización —que finteó iría sola y con un candidato propio— estuvieron en el templete, pero mostraron un lánguido despliegue con sólo una decena de manifestantes pay-per-view debidamente uniformados, pero hasta ahí.

Vaya, por ello la necesidad de Delfina de apoyarse en lo que sea… incluso sobre las necesidades alimenticias de las familias.

Recorte Peñoles. No lo avise, pues todavía está calientito el resultado del Super Bowl, pero viene un recorte de personal en el Grupo Peñoles y Fresnillo, una guillotina que podría alcanzar hasta 25% de las personas que ahí trabajan. Y es que los consorcios que ahora encabeza Alejandro Baillères adolecen de problemas de falta de proyectos rentables en Peñoles y la posible sobreexplotación de las ventas en Fresnillo que conjuntamente reducen las reservas probadas. A ello habrá que agregar una doble estructura corporativa con Baluarte Minero. El problema, evidentemente, es de ingresos…, pero se intenta resolver con un recorte de personal; es decir, con una medida desesperada. Ya le cuento.

AHMSA se vende, pero no en centavos. Así es, Alonso Ancira está a la busca de comprador o socio en Altos Hornos de México con la misma intensidad con que Armando Guadiana busca votantes o Ricardo Mejía busca reconocimiento como integrante de la 4T. La acerera más importante del país, efectivamente, tiene negociaciones con diversas empresas, incluyendo con Cargill, cuyo propietario, Julio Cesar Villarreal, ha contado con la bendición gubernamental para tomar el control de AHMSA. Y si se considera que ésta se encuentra presionada para pagar 200 millones de dólares por la acusación que se le hace por el caso Agronitrogenados y que, por ello ha quedado a deber salarios y consumo a la Comisión Federal de Electricidad, es probable que la venta se precipite…, pero al mejor precio.

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