Frontera de palabras

Neruda eterno: Residencia en la tierra

Mauricio Leyva
Mauricio Leyva
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Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida.

Pablo Neruda

Pablo Neruda habita la tierra, las cordilleras y los mares con su poesía, con ella recorrió también las calles y avenidas del alma de los hombres y de las mujeres; su influencia, sin lugar a dudas invadió a generaciones enteras de jóvenes en todas las latitudes, su personalidad rebelde y su espíritu combativo siempre a la avanzada de la metáfora, cimbró los cimientos de la poesía universal cuando una corriente aún tradicional (no por ello menos poderosa), no se atrevía a deshacer las formas conocidas. Allí surge ese hombre- libro, ese marinero del verso, ese capitán valiente y osado que habría de navegar las tormentas de la palabra, con el galeón de sus versos y este pasado 23 de septiembre cumplió 51 años de haberse convertido en estrella , para guiar a otros poetas-marineros en otros mares, en otros vuelos, en otras aventuras de la metáfora.

Ricardo Neftalí Reyes Basoalto (Parral 12 de julio de 1904-Santiago, 23 de septiembre de 1973), dejó una obra vasta y de esa misma obra han surgido análisis, estudios, antologías, compilaciones, cátedras, traducciones, ensayos y una lista de etcéteras que se extienden a más de treinta y cinco lenguas. Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1971 un galardón que, en lo real vino a subrayar la importancia que él ya tenía; no obstante, la obra que hoy habremos de mencionar por la importancia capital que reviste en la trayectoria del poeta chileno es el libro Residencia en la tierra, obra publicada en 1935 en Madrid. Para ello no hay mejor síntesis de su importancia que el prólogo del maestro Federico Schopf de la Editorial Universitaria:

Residencia en la tierra —publicada por primera vez completa en 1935 en Madrid— nunca dejó de ser considerada, en los círculos de avanzada literaria, como uno de los textos decisivos de Neruda y, paulatinamente, de la poesía de nuestro tiempo. Basta recordar la tirada aparte de “Tres Cantos Materiales” que, como homenaje a Neruda, realizaron los más relevantes poetas españoles de la Generación de 27 -entre ellos, Aleixandre, Alberti, García Lorca, Cernuda- y las palabras con que Gabriela Mistral -que estaba fuera de Chile- recibió la aparición de Residencia en la Tierra: “La poesía última…de la América debe a Neruda cosa tan importante como una justificación de sus hazañas parciales. Neruda viene detrás de varios oleajes poéticos de ensayo, como una marejada mayor que arroja en la costa la entraña entera del mar, que las otras dieron en brazada pequeña o resaca incompleta”.

Este análisis de Schopf considero es el que mejor resume la trascendencia de Residencia en la tierra, en una entrevista concedida a Rita Guibert en los años 70 el propio Neruda respondió a pregunta expresa que él había escrito esa obra en la India durante su estancia como Cónsul aunque precisó de inmediato “… pero la India no ha tenido influencia intelectual en mi poesía”.

Evocar e invocar a Neruda en este aniversario luctuoso implicaría referir más libros, sonetos, el propio y tan recitado poema que figura en los 20 poemas de amor y una canción desesperada y por qué no, quizás hablar de su participación en la vida política de Chile, de su presencia en México y del misterio de su muerte. Sin embargo, puede leerse Confieso que he vivido, escrito de su puño y letra o la magnífica biografía Neruda de Volodia Teitelboim.