Desaparecidos, en el recuadro de las candidaturas no registradas…

GENTE COMO UNO

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Imagen: La Razón de México

El día llegó. Este domingo se eligen más de 20 mil cargos en la elección más grande en la historia de México.

Manifestantes durante la Marcha Nacional Anual en Búsqueda de Madres,  en la CDMX.
Manifestantes durante la Marcha Nacional Anual en Búsqueda de Madres, en la CDMX.

98 millones 909 mil 770 personas en la Lista Nominal, tenemos la posibilidad y responsabilidad ciudadana de acudir a las urnas, para votar o anular el voto. Y de manera inédita, hay quien ha planteado una tercera opción: “Votar” por los desaparecidos.

La iniciativa surgió de Colectivos como Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León, Colectivo Memoria, Verdad y Justicia, Uniendo Esperanzas, Huellas de la Memoria y la Glorieta de las y los Desaparecidos, que buscan visibilizar las 115,915 personas que están en calidad de desaparecidas y no localizadas en México.

Dejar por sentado en la boleta electoral, a mano, con algún nombre, la crisis por la que México atraviesa en materia de desapariciones y la falta de acciones gubernamentales al respecto.

Porque al llegar a la presidencia en 2018, Andrés Manuel López Obrador hizo el compromiso de reunirse trimestralmente con las familias de personas desaparecidas y la última reunión en la que estuvo presente fue el 24 de junio de 2019.

Desde entonces, colectivos han exigido que se cumpla la palabra dada, con la que el presidente obtuvo el voto de confianza de ciudadanos protagonistas de uno de los peores dramas en México.

El 31 de julio pasado —como lo recapitula el documento técnico de Vota por las personas desaparecidas— la prensa cuestionó al Presidente sobre su ausencia en las reuniones prometidas.

“No… Las estamos recibiendo todo el tiempo. Lo hace la Secretaría de Gobernación (Luisa Alcalde), el subsecretario de Gobernación (Alejandro Encinas), constantemente” respondió el jefe del ejecutivo y rechazó que exista alguna deuda con las madres y familias de las víctimas, agregando que no permitiría que el tema fuera usado con fines “politiqueros”.

Quienes empujan la Campaña “Vota por las personas desaparecidas” aseguran que lo mismo ha ocurrido con otras iniciativas de memoria. Acusan al Gobierno de la Ciudad de México de haber bloqueado la iniciativa de resignificación de la Glorieta de la Palma, en “Glorieta de las y los Desaparecidos”.

Señalan al gobierno local de Guadalajara y estatal de Jalisco, por haber retirado el Antimonumento 5J, instalado por varios colectivos para crear conciencia sobre las detenciones arbitrarias, la tortura y la desaparición forzada de docenas de personas, en junio de 2020 en Guadalajara. Entre otras…

El tema de las desapariciones en México tendría que haber sido un alto en el camino electoral, por ser una de nuestras más dolorosas heridas.

Sin embargo, el desplegado del proyecto que enlista cada una de las propuestas hechas por los partidos que participan en la elección presidencial, exhibe que tres de ellos no presentan ningún plan y los que sí lo tienen, no muestran en sus plataformas ideas concretas ni desarrolladas sobre cómo abordarían la problemática.

“Ninguno ha hecho lo mínimo para prevenir e investigar las desapariciones, por lo que no es un tema que los diferencie a la hora de pedir el voto”, señalan.

Así pues, la campaña “Vota por las personas desaparecidas” invita a los electores que han tomado la decisión de anular su voto, a utilizar el apartado de candidatos no registrados en la boleta y escribir el nombre de una persona desaparecida.

Se tomaron el tiempo de crear una base de datos en la que se separó por estado y por distrito, los nombres de las y los miles de mexicanos en esta condición a lo largo de 18 estados, con el fin de que se pueda elegir uno de los ciudadanos que se quiere visibilizar y que han bautizado como “candidaturas de la dignidad”.

La intención de colocar el nombre en ese apartado en específico y no en cualquier lugar de la boleta -aún si se ha decidido anularla- es que por ley los funcionarios de casilla deben registrar los nombres de los candidatos no registrados y de esta manera, aparecen en los conteos oficiales, teniendo como resultado la visibilización que los colectivos tanto han buscado.

“Todas las personas podemos votar y ser votados… nuestros familiares podrían haber estado en la boleta, pero están desaparecidos”, es una de las firmas de la campaña, sobre uno de los más dolorosos límites que este país ha tocado…

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