Puebla en diciembre y las huellas de cada memoria…

GENTE COMO UNO

Mónica Garza<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Mónica Garza*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

“Eran las 11:07 de la mañana el pasado 13 de diciembre, cuando el Gobierno de Puebla publicaba un comunicado en su cuenta de Twitter donde advertía que su titular se encontraba en el hospital “estable y sin complicaciones”...

5 horas y 22 minutos después en la misma red social, el Presidente de México confirmaba el sorpresivo cambio de luces. Miguel Barbosa Huerta había muerto.

De inmediato los medios dimos cobertura al hecho y el tema se convirtió en tendencia en las redes sociales, pero lo que resultó igualmente sorpresivo —para algunos— fue el tono que tomó la conversación pública alrededor del suceso.

“Miserable”, “Karma”, “Justicia Divina”… “Castigo de Dios” ente otros adjetivos, y lamentablemente esta última frase alcanzó como un búmeran al gobernador de Puebla, quien hace 3 años la usara para referirse a la muerte de su antecesora, Martha Erika Alonso y su esposo Rafael Moreno Valle (también exgobernador de la entidad).

Seis meses después de haber ocurrido el desplome del helicóptero que se llevó la vida de Alonso y Moreno Valle aquel 24 de diciembre de 2018, el estado llamó a una elección extraordinaria en la que Barbosa superó su original derrota.

“No pudieron detenernos y con la ayuda de ustedes ganamos…porque yo gané, me la robaron, pero ¡los castigó Dios!”, dijo el gobernador 4 meses después de tomar el gobierno en la entidad.

Al inicio de su administración, Barbosa fue ubicado como el cuarto mandatario mejor evaluado en México con el 34.9 por ciento de aprobación, según una consulta realizada por Mitofsky.

Pero la misma encuestadora a finales de 2020, reubicó al mandatario en la posición 31, sólo por encima del gobernador de Morelos. Entonces se estimó que solo 3 de cada 10 poblanos lo apoyaban.

Polémico siempre en sus declaraciones, el gobernador Barbosa brilló con ellas en etapas críticas de la pandemia de Covid-19, por dichos que orillaron a organismos como Artículo 19 a solicitarle no desinformar sobre el tema.

En marzo de 2020, miles marcharon en Puebla para exigir justicia, luego de que tres estudiantes de la BUAP fueran asesinados.
En marzo de 2020, miles marcharon en Puebla para exigir justicia, luego de que tres estudiantes de la BUAP fueran asesinados.

En más de una ocasión se le vio incumpliendo las medidas sanitarias impuestas e incluso refiriéndose al virus con un particular humor: “Si ustedes son ricos, tienen el riesgo; si ustedes son pobres, no. Los pobres estamos inmunes”, fue quizá la más cara de sus declaraciones.

En aquella misma época, en marzo de 2020, tres estudiantes de medicina de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, dos colombianos y otro de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla fueron asesinados y surgió el movimiento #NiUnaBataMás.

Más de 100 mil personas marcharon en protesta por los hechos y el controversial mandatario “regañó” a los participantes e ignoró sus peticiones, de la misma forma que hizo con colectivos feministas que le pedían audiencia y mayor seguridad en una Puebla que se tornaba violentísima contra las mujeres.

“No califiquen una ausencia como una desaparición. La mayoría de las personas que se ausentan vuelven a regresar y la mayoría de personas que se ausentan, lo hacen voluntariamente” señaló refiriéndose al fenómeno de las desapariciones, ignorando los datos que evidenciaban que en la entidad faltaban 2,500 personas, víctimas de desaparición.

A los ataques con ácido contra mujeres en Puebla, donde destacaron dos casos en el último año, el gobernador Barbosa se refirió como “un ataque del que pueden ser objeto hombres y mujeres, no solamente piensen en ustedes, que pueden ser atacadas las mujeres, también los hombres, y ahí está la legislación suficiente para poder sancionar este tipo de cosas. Son lesiones básicamente”…

En su relación con la prensa y lo publicado, fue un gobernante que también defendió ideas muy particulares en torno a la libertad de expresión y por ellas negó el micrófono en algunas de sus conferencias mañaneras a ciertos medios, por cuestionar temas incómodos, según lo denunció también la Organización Artículo 19.

El gobierno que repentinamente se acabó esta semana fue de claroscuros hasta su último día, en que las fuentes oficiales aseguraban una cosa mientras ocurría otra fatal, para una familia y para el estado entero, donde las acciones y los dichos errados, como las erratas en las publicaciones, siempre quedarán…

Hoy es Sergio Salomón Céspedes —hasta esta semana líder del Congreso local— gobernador sustituto en Puebla, quien enfrenta el reto de comenzar por enderezar al menos los modos de diálogo, la corrección del discurso y con ello quizá mitigar el dolor de ciertas memorias…

Descanse en paz Miguel Barbosa.

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