Esta semana en el canal de noticias Adn40, tuve la oportunidad de ser parte de algo inédito en la televisión abierta mexicana: la creación de un espacio en un noticiero (Es de Mañana), dedicado a la información y análisis sobre la regulación de la Cannabis.
La respuesta de la audiencia era el gran reto, y fue la gran sorpresa. La inmediata reacción e interacción en las redes sociales nos dejó claro lo que ya adivinábamos: Es tiempo de Cannabis.
En 2017 México se unió a los 50 países que de alguna forma han legalizado, despenalizado o regulado el uso del cannabis, o al menos esa fue la intención a partir de diversos casos, sobre todo de niños enfermos a quienes el uso de la planta les dio una mejor calidad de vida.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó al Congreso legislar para “armonizar las leyes” con el fin de tener un reglamento para el consumo medicinal y la investigación en torno a la Cannabis, sin embargo, no se ha cumplido.
Prejuicios, desconocimiento y falta de voluntad política son los principales motivos que impiden avanzar el tema y con ello nos estamos perdiendo de una parte importante de uno de nuestros derechos fundamentales: la salud.
Hoy se sabe que la Cannabis tiene 120 principios activos, y para sorpresa de muchos, los humanos tenemos receptores a sustancias que se llaman: sistema endocannabinoide.
Se localiza en el cerebro y es donde se han comprobado las bondades del uso medicinal de la planta, para la regulación del sueño, la migraña, la epilepsia y los cuidados paliativos que ayudan en una muerte digna y sin dolor.
En México hay estudios desde hace décadas sobre los beneficios que tiene para el organismo la planta de Cannabis, pero uno en específico, el de la Sociedad Mexicana de Oncología de 2014, reveló que células de cáncer de estómago pueden morir con la sustancia CBD…Interesante ¿no?
Si bien la Ley General de Salud ya permite el uso de Cannabis, no existe un reglamento que aterrice y respalde su investigación y que indique cómo registrar los medicamentos o cómo comercializarlos.
El 9 de septiembre pasado tendría que haberse publicado dicho reglamento, pero nos quedamos esperando.
En la Cofepris hay 14 protocolos científicos esperando aprobación, en cuanto haya reglamento, pero la falta de éste nos mantiene en el rezago en materia de investigación, para determinar las dosis ideales para los distintos padecimientos y usuarios.
Y más allá de la salud, entre justificaciones conservadoras y moralinas, desde el poder legislativo en México se sigue aplazando un beneficio económico que hoy hace más falta que nunca.
Al erario de México podrían ingresar 18 mil millones de pesos anuales solo con la recaudación de impuestos en productos de cannabis; se estima que si este año se lograra su regulación, para 2025 se podría obtener una derrama económica de 8 mil millones de dólares, 65% por uso medicinal y el resto del uso adulto responsable.
Y es que la industria que representa la planta del Cáñamo —hermana de la Cannabis— ¡es enorme!… se pueden hacer hasta 50 mil productos —que nada tienen que ver con un efecto psicoactivo— como textiles, papel, alimentos biocombustibles, cosméticos, materiales de construcción y hasta autopartes, como ya sucede en Europa.
En medio de una crisis económica donde lo más urgente es generar empleo, esta resulta una oportunidad dorada, por ejemplo, en las comunidades más afectadas por la prohibición: Oaxaca, Guerrero o Michoacán.
Si la marihuana ha estado en nuestra sociedad desde hace siglos, si las abuelas se daban “friegas” en las piernas adoloridas, con alcohol y marihuana; si sus beneficios ya son reconocidos e industrializados en muchos países del primer mundo, ¿por qué México insiste en hacerle gordo el caldo al crimen organizado?
Los cambios de gobierno, la lucha de poder en la política y los argumentos producto de la desinformación, ya no pueden seguir negando una realidad: la Cannabis se usa en México y es urgente reglamentarla para garantizar que ese uso sea responsable y productivo.
Una política de prohibición todos los días lo único que prueba es no servir. El consumo ahí está y los beneficios también, mientras el negocio y la prosperidad siguen en las manos equivocadas.
No hay que olvidar que el mandato ya está, la ley debe existir por orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y es para beneficio de todos los mexicanos.
Por eso, sí, tenemos que hablar de marihuana…