Montserrat Salomón

El circo electoral de DeSantis

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Montserrat Salomón
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El apretado calendario electoral de Estados Unidos provoca que casi no exista un periodo en el que los políticos no estén en campaña. Esto, lejos de ayudar a que se concentren en servir al pueblo, los coloca en una carrera desenfrenada por aumentar y mantener su popularidad. Así, acciones extremas que sirven para acaparar la atención mediática son comunes en años electorales mientras se dejan de lado soluciones bipartidistas a los apremiantes problemas que se viven en el día a día.

Para muestra tenemos al gobernador de Florida, Ron DeSantis. Actualmente está en campaña para renovar su puesto y es, probablemente, uno de los candidatos más fuertes para contender por la presidencia por el Partido Republicano, si Trump se lo permite.

DeSantis es una figura reconocida entre los votantes republicanos. Es bien conocida su aversión por los migrantes y sus acciones que rayan en la crueldad para frenar estos movimientos. Ahora, en un movimiento más teatral que político, ha mandado por avión a un grupo de inmigrantes venezolanos a Martha’s Vineyard, una conocida isla en la que personas adineradas y, en su mayoría, demócratas tienen sus casas de veraneo. DeSantis buscaba crear estupor y pasarles el problema real de la migración a aquellos que tanto la alaban. Con esto, se aseguró los reflectores y el aplauso de los votantes duros de su partido, aquellos que apoyan a Trump y que podrían quedarse sin un líder si el expresidente decide no contender por la presidencia.

Los migrantes fueron bien recibidos en aquella localidad, claro está que esto es así por el número manejable de personas y por ser un acontecimiento fuera de lo común y con tintes políticos. Lo cierto es que los Estados del norte gobernados por el Partido Demócrata deberían cuestionarse su participación en el problema migratorio y no sólo ver los toros desde la barrera.

DeSantis está jugando sus cartas con sumo cuidado. Sabe que ante un intento de Trump por alcanzar nuevamente la presidencia no tendría oportunidad, pero la situación jurídica del exmandatario le abre la puerta a alguna figura que esté dispuesta a recoger lo sembrado. Y ése es DeSantis, una figura republicana sin el menor empacho de continuar con la senda de odio y separación que dejó Trump. DeSantis quiere mostrar que puede ser esa mano dura e irreverente que siga los pasos del neoyorquino y se aúpe en la ola antiinmigrante para ganar el voto duro de su partido.

Las siguientes elecciones girarán en torno a tres temas centrales: la inflación, el aborto y la migración. Las elecciones legislativas, las gubernaturas y la elección presidencial, un calendario que exige una campaña permanente llena de actos teatrales, confrontación y muy poco gobierno. Un circo autodestructivo.