Montserrat Salomón

EU: recta final electoral

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón
Montserrat Salomón
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El 3 de noviembre los estadounidenses tienen una cita con el destino. Donald Trump se juega no sólo su reelección, sino su lugar en la historia. Como hace 4 años, el republicano llega como perdedor en las encuestas. Sin embargo, no hay exceso de confianza entre los demócratas; saben que las encuestas son engañosas y que aun ganando el voto popular pueden resultar vencidos.

Trump confía en su base y en mantener el voto conservador para ganar, pero ha perdido adeptos en los suburbios, las mujeres y la comunidad latina. El presidente siente la presión y prueba de eso es que ha dejado fuera de su retórica corrosiva los temas de la frontera que tanto dieron de qué hablar hace unos años. Trump necesita a los latinos tanto como necesita a las comunidades religiosas que se debaten entre apoyarlo por las banderas como el aborto y abandonarlo por considerarlo un promotor de la amoralidad y el racismo.

Joe Biden debe afianzar el voto de las llamadas “minorías”. Durante el último debate fue demoledor al reabrir la herida de los niños migrantes que fueron separados de sus padres y enjaulados en condiciones deplorables. Cientos de familias que aún no han podido reunirse, porque se perdieron en un sistema que los trató como animales y que hace a la comunidad latina recordar uno de los peores capítulos de la administración Trump. Del mismo modo, Biden trata de dirigirse al votante promedio, ahogado por la crisis económica, por los impuestos, por la pandemia… y trata de confrontarlo con la realidad de un presidente corrupto que se jacta de ser millonario sin pagar impuestos. Además, no ha dejado de señalar que esta elección tiene en juego el carácter moral de una nación que está harta, o debería estarlo, de la división, la violencia y la confrontación.

El gran peligro del Partido Demócrata es caer en la postura idealista, y un tanto snob, pensando que la gente votará por el candidato que habla de moralidad y que se aleja de las formas pedestres de Trump. Estamos en tiempos de crisis y la gente lo que busca es seguridad y un discurso que esté al nivel de todos, sin sentirse desplazados o ignorados por una clase política alejada de la realidad. Biden parece entender esto al sacar a relucir sus orígenes humildes y utilizando un lenguaje coloquial que apela al sentido común de los votantes. Esto, a diferencia de lo que pasó con Clinton, puede ser la clave de su victoria.

Las cartas están sobre la mesa. De ganar Trump, tendremos cuatro años más de improvisaciones, caprichos y abusos de poder. De ganar Biden, regresará un cierto sentido de orden, pero tampoco será una transición sencilla. Trump no lo permitiría, no puede, él sabe que tiene mucho que perder y que podría terminar, incluso, en la cárcel.