Tensión en Europa

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Montserrat Salomón
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La Unión Europea (UE) enfrenta momentos de tensión ante el avance de la ultraderecha en varios países miembro. Estos resultados electorales afectarán la nueva configuración de los centros de mando dentro de la Unión, lo que pondrá en peligro los pilares mismos que fundamentan su existencia: el comercio y el libre tránsito que provocan las fronteras abiertas.

En estos momentos previos a la cumbre que se tendrá en unos días, las negociaciones están a todo vapor buscando alianzas que permitan el equilibrio y la continuidad del proyecto. Sin haber colapsado ya, el proyecto europeo enfrenta fuertes cuestionamientos y presión desde diferentes frentes, por lo que sus defensores harían bien en tomar estas amenazas en serio y fortalecerse con negociaciones eficaces antes de que los contrarios solidifiquen aún más su postura.

El Parlamento Europeo no puede confiarse demasiado. Si bien es cierto que se ha mantenido una clara mayoría en pro de la UE, el avance de los contrarios ha sido constante.

En donde más se ha notado el deterioro del sueño de la Unión es en el Consejo Europeo, constituido por los jefes de gobierno de los países miembro. Ahí es en donde el liderazgo de cada uno de los países se hace notar y en donde se puede sentir más de cerca el pulso de las masas. Es ahí en donde por años Angela Merkel brilló por su pericia y prudencia llevando a la UE a cuestas. Ahí mismo fue en donde Macron trató de tomar la estafeta ante el retiro de la canciller para mantener el orden en una época convulsa y amenazante, con la guerra en Ucrania, representando la amenaza de Rusia a los intereses europeos, y el conflicto en Gaza, como una piedra en el zapato que cuestiona las bases mismas de los tratados internacionales.

El Consejo Europeo había sido liderado con mano firme. Pero sin Merkel todo se ha ido a pique. La ultraderecha ha avanzado en Italia, Alemania, Países Bajos y Francia, entre otros. En Francia, Macron ha tenido que llamar a elecciones anticipadas ante el avance de Marine Le Pen. Estas elecciones de pronóstico reservado debilitarán su posición, dejando al Consejo Europeo sin sus dos potencias principales, Alemania y Francia, como locomotoras del proyecto europeo.

Así, la EU se quedará sin un líder claro, fuerte y firme, que pueda enarbolar las banderas de la Unión. El pulso por los nacionalismos está rompiendo a la UE desde dentro. “A río revuelto, ganancia de pescadores”. No es el mejor momento para presentar una UE débil y fragmentada. Las tensiones internacionales, principalmente la alianza entre Rusia y China, representan un peligro latente para los intereses de Europa. La división en este momento no es conveniente. Europa llega mal parada a una bifurcación importante que podría marcar su destino.