Semáforo Naranja

Este lunes inicia el regreso gradual a la normalidad —si es que con la persistencia de la pandemia, existe una—; se levantarán restricciones en distintas actividades de la ciudad. La paulatina eliminación de prohibiciones debe partir del análisis específico de las condiciones de sectores y polígonos, lo cual no se ha hecho.

La ciudad con sus casi 9 millones de habitantes —distribuidos en 16 alcaldías—, es una multiplicidad de centros muy distintos unos de otros, por ejemplo, Milpa Alta es una demarcación suburbana, prácticamente campirana, con un estilo de vida más cercano a poblaciones pequeñas de los estados de la república; es parte de la entidad federativa denominada Ciudad de México, pero pocas características comparten con habitantes de las alcaldías del oriente o centro.

Tlalpan, la demarcación más extensa geográficamente, cuenta con un núcleo urbano en Coapa típico de cualquier metrópoli; sin embargo, cuenta con pueblos como Topilejo y otros, más cercanos al estilo de vida en Milpa Alta, y con más relación con esas poblaciones que con los habitantes de la Toriello Guerra o Acoxpa.

La populosa Iztapalapa alberga a cientos de miles de personas que cruzarán la ciudad para volver al trabajo, y otro tanto que abrirá sus negocios o regresará a la calle a vender sus productos. Ahí la necesidad económica hizo que el encierro se viviera a medias.

Los asientos de la clase media como Benito Juárez, la Roma o la Condesa tienen más similitud entre sí que con lo que ocurre en las tres alcaldías mencionadas.

Hoy inicia la apertura escalonada de estaciones del Metro y Metrobús. ¿Cómo cumplir con el distanciamiento social? Aun cuando la autoridad administrativa ha informado que las abiertas serán las de menor afluencia, la presencia de usuarios aumentará por la poca disponibilidad del servicio. Además, el 19 abrirán estaciones ubicadas en la zona más densamente poblada de la ciudad, como La Viga y Cerro de la Estrella.

Nadie en su sano juicio quiere enfermarse, pero si el ingreso no está asegurado, permanecer en casa no es alternativa. El levantamiento gradual sin un ingreso mínimo para la subsistencia, elevará el número de contagios.

El 18 de junio se señaló como fecha de reapertura del comercio de barrio —figura no contemplada en la Ley de Establecimientos Mercantiles ni el Reglamento de Mercados—; lo cual puede elevar la conflictividad social en colonias de clases medias y altas, porque los vecinos son más activos en la vigilancia del cumplimiento de la normatividad por parte de negocios y obras. Esto puede ocasionar enfrentamientos entre vecinos y comerciantes. Debe recordarse que la autoridad administrativa es la única que puede realizar visitas de verificación para constatar el cumplimiento del ordenamiento jurídico, no los particulares.

La transición del semáforo rojo al naranja implicará mucho diálogo entre autoridad, vecinos y pequeños empresarios para evitar el uso de sanciones, como multas y clausuras, que acrecentarán las pérdidas del encierro.