La oposición

CARTAS POLÍTICAS

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Los avances de la oposición no han sido continuos, sino pequeños chispazos, como un fuego que se enciende sobre alcohol y se extingue tan pronto como se evapora. La oposición vive de pequeñas victorias y con eso alimenta su esperanza de poder triunfar en el 2024. Esas pequeñas victorias que se atribuye la oposición son, por ejemplo, la baja participación en el ejercicio de revocación de mandato del Presidente López Obrador, las elecciones de la Ciudad de México en 2021 y arrebatarle la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados a Morena y a sus aliados.

A estas victorias le siguió la reforma constitucional que propusieron el Ejecutivo y la bancada de Morena en el Congreso en contra del INE, que resultó en una respuesta popular intensa e inesperada para el Ejecutivo y que con el respaldo de los partidos de oposición se echó para atrás. Luego vino el revés que dio la SCJN, presidida por Norma Piña, al Plan B, las reformas legales impulsadas por Morena para transformar la administración de las instituciones electorales. Frente a esto, el Ejecutivo inició su transición y la definición de las reglas para definir la candidatura para las elecciones presidenciales por parte de Morena. La oposición respondió con lo propio.

La selección de Xóchitl Gálvez, frente a otros candidatos del Frente Amplio por México como Enrique de la Madrid, Beatriz Paredes o Santiago Creel, provocó un nuevo chispazo para la oposición en donde logró ungir a una candidata apoyada por los medios de comunicación, la sociedad civil organizada (las ONG y OSC), la oposición partidista y una parte de la clase media. Dicha llama se vio rápidamente extinguida con la selección de Claudia Sheinbaum como candidata de Morena.

A la oposición, le cuesta mucho ser minoría. En los estados se sujeta con los dientes y mantiene a duras penas siete estados. Vale preguntarse si lo que le irrita no es la autocracia, sino el respaldo mayoritario con el que cuenta Morena. El uso repetido de la oposición de la palabra dictadura, autocracia, autoritarismo es preocupante, porque está enfocado en un perfil incorrecto. El autoritarismo no está cuando Morena hace uso de sus mayorías ni cuando el Presidente dice lo que piensa y hace lo que constitucional y legalmente puede. Es un problema profundo: para la oposición no es democrático que para la mayoría sea tolerable no sólo la discrecionalidad del Ejecutivo, sino también el enfrentamiento abierto de éste para desarrollar las políticas públicas por las cuales obtuvo el voto mayoritario.

La verdadera oposición, la que se barre, responde y se arremanga la camisa, no está en los partidos políticos, sino en los Órganos Constitucionales Autónomos (OCA) y en el Poder Judicial. Eso puede cambiar, ése es el verdadero problema. El problema está en el futuro: el siguiente gobierno nombrará a cinco ministros de la Suprema Corte de Justicia que se sumarían a los cuatro nombrados en la presente administración. Lo mismo irá pasando con los Órganos Constitucionales Autónomos. Ya pasó en el INE donde Lorenzo Córdova, Ciro Murayama y consejeros nombrados durante legislaturas anteriores dejaron sus sillas y las tomaron perfiles más afines a los nuevos tiempos.

Dado lo anterior, la duda es si el electorado dará ese poder a Claudia Sheinbaum: el poder de controlar el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y el nombramiento de los OCA. La complejidad está en que ese poder no lo dará la elección por Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez o por quien se le ocurra poner a Movimiento Ciudadano, sino la elección para el Congreso federal. Es complejo porque la gente no salió al Zócalo a defender al PAN, al PRI o al PRD, salió a defender al INE, porque representa la democracia, las elecciones y porque significa algo para ellos. Si la gente sale a las calles a defender al Poder Judicial es porque la Suprema Corte de Justicia le significa algo que vale la pena defender. Lamentablemente en la boleta no estará el INE, sino el PRI, y no el Poder Judicial, sino el PAN y el PRD.

Cuidado en el Congreso, es de la votación a los partidos de oposición de la que depende que la mayoría no se convierta en tiranía. Cuesta decirlo, pero lo diría el agente James Gordon de Batman: esta no es la oposición que merecemos, pero es la que necesitamos.

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