Morena definirá el resultado de su proceso interno para seleccionar a su candidato presidencial el próximo 6 de septiembre, por medio de una encuesta y, por su parte, el Frente Amplio por México, tendrá su elección interna el 3 de septiembre. Mientras menos tiempo quede, más presión tendrán que poner los segundos y terceros lugares si quieren aspirar a quedarse con la candidatura.
Ebrard así lo ha visto y comenzó a subir el tono de sus declaraciones para exigir a la dirigencia de Morena que cumpla con sus acuerdos y que se detenga el acarreo de votos, las encuestas falsas y el uso de recursos públicos. Sus palabras van dirigidas a la puntera, Claudia Sheinbaum, quien negó las acusaciones.
Ebrard mencionó que es un hombre de sangre fría, por lo tanto a sus declaraciones hay que subirle unos cuantos grados centígrados. Él le exige a la dirigencia nacional que le permita a la ciudadanía elegir al mejor proyecto. En pocas palabras: está denunciando corrupción, clientelismo y autoritarismo. A la vez, sitúa la contienda entre dos: Claudia o él, con la intención de atraer el mayor número de votos de las otras corcholatas para poder competir con Sheinbaum. Finalmente, uno no puede dejar de pensar en que Ebrard no ha desterrado la posibilidad de explorar otra vía para llegar a la Presidencia, distinta a la de Morena. Aunque puede que su estrategia sea sólo un amague.
En el Frente, nos quedamos con tres finalistas: Beatriz Paredes del PRI, Santiago Creel y Xóchitl Gálvez del PAN. La gran sorpresa de este filtro fue Beatriz Paredes, quien se desmpeñó de manera competitiva frente a Gálvez en las encuestas en vivienda. Lo que sigue son debates, una encuesta y una elección interna que definirán quién será el candidato del Frente. Un asunto relevante de este filtro es que mostró que Gálvez no la tiene ganada y que su principal dificultad está en el campo y en contar con la lealtad y la operación partidista del PAN, algo que tiene acaparado Santiago Creel y que podría dividir el voto panista a comparación de el del PRI.
En conclusión, se esperan semanas caracterizadas por una continua descalificación del proceso interno de Morena por parte de Ebrard, que buscará aglutinar la oposición a Claudia Sheinbaum alojada en simpatías por las otras corcholatas para poder cerrar puntos en las encuestas. A su vez, si bien Gálvez es la que aparentemente mejor se desempeña frente a cualquier corcholata de Morena, su principal reto estará en aglutinar los votos del panismo y derrotar al PRI. Si no lo logra, la pregunta es si Creel o Paredes, viejos conocidos de la política, podrían alcanzar el nivel de competitividad de Xóchitl frente a Morena y aspirar a una posibilidad real de ganar.
