Reflexiones sobre las precampañas

FRENTE AL VÉRTIGO

Pedro Sánchez Rodríguez<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Pedro Sánchez Rodríguez*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Como todos sabemos Morena inició el proceso interno para definir su candidato presidencial, mientras que el Frente por México hizo lo propio. Esto genera escenarios a futuro que merecen una reflexión.

La primera reflexión tiene que ver con las repercusiones legales y políticas que implica adelantar un proceso de precampañas fuera de los plazos establecidos por la ley electoral. El INE ha decidido no meterse en problemas con el gobierno y seguirle la corriente a Morena y al Frente y continuar con la simulación de que lo que se está compitiendo son coordinaciones y no precandidaturas. El Tribunal hizo lo propio y lo validó. No obstante, la magistrada Janine Otálora propuso suspender la competencia entre corcholatas y el Frente por ser simulaciones con el objetivo de darle la vuelta a la ley. Hay que esperar la resolución del Tribunal, pero creo que el daño está hecho, el proceso electoral, aunque formalmente no ha iniciado, ya tiene vicios de ilegalidad posiblemente comprobables y hasta ahora impunes y, con ello, la autoridad se puso en una posición de impotencia. Urge que corrijan el paso.

La segunda reflexión tiene que ver con el uso político de esa situación. López Obrador y el Gobierno no han abandonado la narrativa de que la oposición es el brazo político del poder económico en el cual no ha habido una transición y sigue cooptado por los intereses neoliberales corruptos. En esta narrativa el apoyo popular puede ser contrarrestado con el apoyo económico de las élites y hacer que el resultado electoral se vicie hacia la oposición. Es decir, el discurso del fraude contra Salinas, Madrazo y Calderón está más vivo que nunca y está listo para usarse, activarse y materializarse ahora no sólo desde el apoyo popular, sino también con la potencia y coerción del aparato gubernamental en contra de autoridades electorales impotentes. Mientras más cerrada la elección, más probable es este escenario.

Finalmente, la tercera reflexión es que la gran revelación de esta coyuntura ha sido Xóchitl Gálvez que ha tenido el apoyo de los medios y que aventaja en las encuestas a los otros aspirantes del Frente como a Santiago Creel, del PAN, o a Enrique de la Madrid, del PRI. Incluso en algunos careos Gálvez compite seriamente con la puntera Claudia Sheinbaum y está por encima de Ebrard y Adán Augusto. La buena noticia para el Frente es que la percepción de competencia derrumba la estrategia del oficialismo de que la elección está ganada, incentivando la participación electoral y ampliando sus probabilidades de competir. Las dos malas es que como el proceso se adelantó, Morena tiene poco menos de un año para darle hasta con la sartén a Xóchitl y que, en caso de que se mantenga en la competencia, se prevé que la elección sea cerrada, llena de ilegalidades, con autoridades electorales impotentes y un gobierno popular metido hasta en la cocina en las elecciones.

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Antonio Fernández Fernández