Nos encontramos en la recta final de los procesos paralegales de las coaliciones conformadas por Morena-PT-PVEM y PRI-PAN-PRD, para construir sus candidaturas presidenciales.
Como lo he comentado antes, el elemento fundamental para un proceso democrático es el Estado de derecho, y en este caso están siendo reguladas por resoluciones a posteriori del Tribunal Electoral, es decir, dichas competencias están fundadas en el vacío legal. Sin embargo, son procesos políticos a analizar.
En el caso del PRI-PAN-PRD hemos visto cambios en la competitividad de los actores políticos. De acuerdo al Análisis de Reputación Mediática de Actores (ARMA) de Central de Inteligencia Política (CIP) publicado en Oráculus, el caso de Beatriz Paredes es el más emblemático, ya que poco a poco fue rebasando a Xóchitl Gálvez, que a finales de junio se observaba como la revelación de la contienda, pero que hoy se encuentra en negativos de acuerdo a este estudio y a algunas encuestas, la desaceleración de Gálvez fue paulatina, (-10%) en las notas, pese al efecto mediático inicial; mientras, Paredes ha venido creciendo en positivo en las notas periodísticas desde finales de julio (+61%), hoy se encuentra en su momentum y cerrando la contienda con la maquinaria priista que queda o que está regresando de su mano, alineada en su totalidad tras la salida de De la Madrid.
En la encuesta telefónica de Alejandro Moreno para El Financiero, levantada entre el 11 y 12 de agosto, con margen de error de +/- 4.4 por ciento, las senadoras Gálvez y Paredes, y el diputado Creel, ya encuestan en empate, la primera con 36, la segunda con 34 y el tercero con 33 por ciento respectivamente. En la encuesta de Enkoll, para El País y W Radio, en vivienda, levantada del 11 al 13 de agosto, con un margen de error de +/- 2.83 por ciento, muestra que Paredes ya está encuestando en territorio más fuerte que Gálvez, 28 frente a 26 por ciento.
En la propia encuesta del PRI-PAN-PRD, la diferencia en vivienda entre Paredes y Gálvez, fue de 3 puntos, es decir, de margen de error.
Definitivamente el PRI ya no es el moribundo de la contienda, ha resultado rescatado por una de sus militantes destacadas, arrebatándole el momentum a Xóchitl en la recta final de la mano de sus estructuras y movimientos sociales a los que pertenece. Ya veremos qué sucede al interior del PAN y sus propias definiciones, por lo pronto, la revelación ya es Beatriz Paredes.
Del lado de Morena-PT-PVEM, Ebrard que logró imponer agenda al inicio, fue perdiendo reflector paulatinamente; esto debido a que la contienda se “atoró”; en realidad Claudia Sheinbaum logró navegar en sus menciones positivas (de acuerdo a CIP), mientras que Marcelo no pudo convertir su impacto inicial en una tendencia.
Adán Augusto se enfrentó a una enorme guerra sobre su vida personal en la primera parte de la campaña que lo llevó a rearmar su equipo de comunicación. Su estrategia fue totalmente mermada y contenida por las polémicas. Quizá de no haber sucedido eso, habría crecido más.
Hasta ahora los mayores sobresaltos han sido la enorme estrategia política inicial de Ebrard, las polémicas de Adán; mientras Claudia ha sido soportada por las estructuras del partido. En la recta final, Ebrard ha salido a desconocer un proceso que él aceptó y que sabía dónde terminaba, su problema es que antes de su interna paralegal muchos lo reconocían distinto, después de su propuesta de nombrar al hijo de AMLO como secretario de Estado, y todo lo que ha pasado, Ebrard ya no tiene el mismo reconocimiento que hace dos meses, la contienda lo desgastó de más. Al final, ese proceso será definición desde Palacio, de acuerdo a valoraciones políticas. Y si no que le pregunten a Monreal cuando todas las encuestas lo ponían a la delantera y de último momento la “encuesta interna” lo puso fuera. Todos en Morena aceptaron las reglas.
Hasta ahora así van las cosas en las internas. Ya veremos en 15 días quiénes ganan sus procesos de partido y acceden a la gran final.
