Competencia y servicios de telefonía móvil, en detrimento

BANDA ANCHA

Roberto García Requena<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Roberto García Requena*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

El mercado de servicios móviles (celulares) en todo el mundo, incluido México, ha mostrado un dinamismo sin precedentes. Los usuarios de estas redes cada vez demandan más y mejores aplicaciones y de manera más rápida.

Esta demanda se ha visto satisfecha con redes de última generación, que le llevan a los consumidores mayor cantidad de contenidos con mejores calidades y velocidades de transmisión. La gente cada vez utiliza con mayor intensidad su celular para redes sociales, videos, correos electrónicos, aplicaciones, etcétera.

Para lograr lo anterior, se necesita de un recurso escaso que permite la transmisión de toda esta información a los equipos móviles. Este recurso se llama espectro radioeléctrico. Los concesionarios de servicios móviles que utilizan espectro pagan en todo el mundo un impuesto por el uso y explotación de éste.

En el caso de México, los operadores pagan cuotas anuales establecidas en la Ley Federal de Derechos. El problema en este país radica en que las cuotas que se pagan son sumamente elevadas y representan una carga impositiva onerosa.

En México, en realidad sólo quedan dos operadores de telefonía móvil. América Móvil y AT&T. El pago de derechos para la primera significa 4.1 por ciento de sus ingresos y para la segunda representa 11.6 por ciento.

No conozco ningún otro negocio en este país que tenga estas cargas fiscales. Además de lo que tienen que pagar estos concesionarios de IVA e ISR, todavía tienen la obligación de abonar al fisco las cantidades antes mencionadas.

¿Qué sucede? Que es tan alta la carga fiscal que no alcanzan los flujos de estas compañías para la modernización de sus redes para prestar mejores servicios a los usuarios, en detrimento de su calidad. El otro factor, igual o más importante, es que inhibe la competencia. No solamente no entran nuevos operadores al mercado, sino que los que había se van retirando. Es el caso de Telefónica Móvil.

Diversos especialistas del sector, así como el propio órgano regulador, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, han alertado de esta situación. Particularmente, éste último envió un escrito a la Secretaría de Hacienda pidiendo se privilegie la política pública del sector por encima de la política recaudatoria.

Esperemos que Hacienda haga caso de lo anterior, y mande un proyecto de Ley de Derechos para el próximo ejercicio fiscal que atienda este reclamo. De lo contrario, veremos un mercado móvil mexicano en detrimento en la calidad de sus servicios y en perjuicio de los millones de usuarios que utilizamos un celular.

En otro tema. Impresionantes los números del programa La Casa de los Famosos. Rompió récords de audiencia con 21 millones de visitas en TV, 5 millones de horas vistas en ViX y 133 millones de votos en un reality show.

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Arturo Damm Arnal