Hay preocupación por la economía mundial. La inflación generalizada, presionada también por la guerra en Ucrania, las sanciones contra Rusia y las subidas de las tasas de interés de los bancos centrales, ponen un freno a la economía. Esto hace que los capitales se comporten con nerviosismo y por ende la alta volatilidad que hay en los mercados.
Los precios internacionales del petróleo están comenzando a reflejar un riesgo de recesión para la economía mundial, que los expertos ya veían venir. El WTI cerró por debajo de los 100 dólares por barril el pasado 5 de julio, nivel que no se veía hace más de dos meses.
Ahora bien, la distribución de la economía mundial por país se reparte de forma muy desigual: sólo el Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos, que representa el 25% de la economía, supera al combinado de 170 países. Cuatro grandes potencias (Estados Unidos, Japón, China y Alemania) dominan la economía y representan más de la mitad del PIB mundial.
En 1970 la economía mundial era 30 veces más pequeña de lo que es hoy en términos de PIB. Durante los próximos treinta años, se espera que la economía mundial vuelva a duplicarse, pasando de los 94 billones (trillones en el sistema anglo) de dólares de hoy a 180 billones en 2050. El PIB de México es de 1.3 billones de dólares y somos la economía decimoquinta más grande.
En otro tema. El ministro presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, puso ayer el ejemplo y pasó a la acción al presentar un proyecto de iniciativa en la Comisión Permanente del Congreso, para sancionar el fenómeno del feminicidio en México, esto tras el éxito que tuvo la serie “Caníbal, indignación total” realizada por la SCJN, con la producción ejecutiva de Javier Tejado Dondé.
En un país en donde a diario mueren entre 10 y 11 mujeres, se requiere la firme participación de todos los poderes, el Judicial, el Legislativo y el Ejecutivo para hacer frente a este grave problema que se presenta en el país.
Con la participación de miembros de las bancadas de Morena, PAN y PRI se puso de manifiesto la intención de legislar a la brevedad, lo cual es algo inusual, pues normalmente en el Congreso de la Unión lo que priva es la desunión y los desencuentros.
Sin duda hay que aplaudir la postura de la Corte que de manera específica planteó la necesidad de dotar al Consejo de la Judicatura de nuevas facultades para acompañar a familias que han sufrido un feminicidio.
Además de definir con más precisión los tipos de feminicidio, ya que cada estado lo conceptualiza de diferente manera, lo que impide con una doctrina jurisprudencial aplicada a todos los tipos. Se trata de un gran esfuerzo ante un problema que involucra a todos como sociedad.
