En días recientes el Banco Mundial dio a conocer un ajuste en sus pronósticos de crecimiento para América Latina y el Caribe para este año y el entrante. Para 2024 elevó ligeramente el dato de 2.1 a 2.3 por ciento, principalmente debido a que la economía norteamericana no entró en recesión, y que habrá un incremento en el gasto público de esta región.
Por otro lado, también se prevé que los bancos centrales de cada país vayan gradualmente ajustando su política monetaria en función de mejores datos de inflación y esto hará que en el corto plazo las tasas de interés empiecen a disminuir, lo cual alentará también un mayor crecimiento económico. Aunque con la relajación de la política monetaria hay que tener todavía cautela. No hay certeza de qué pueda ocurrir.
Sin embargo, para el 2025 el Banco Mundial disminuyó una décima de punto la expectativa de crecimiento para dejarla en 2.5 por ciento.
El reporte hace énfasis en algunos riesgos que se van a enfrentar y que pueden tener un efecto negativo en el desempeño de la economía de la región. En primer lugar, señala las tensiones geopolíticas en Medio Oriente que pueden escalar y de manera drástica subir el precio de los combustibles.
El otro factor que identifica son los fenómenos climatológicos extremos que debido al calentamiento global amenazan sectores vulnerables, como lo son la agricultura, pesca y ganadería. Para todos aquellos que no creen en la realidad del cambio climático, pues aquí tienen pruebas de la afectación que desde el punto de vista económico esos fenómenos ocasionan.
También la incógnita de cómo va a evolucionar la economía china y si ésta se va a desacelerar más de lo esperado, puede tener un efecto en la demanda de productos que se exportan al gigante asiático, lo que podría afectar el crecimiento de América Latina.
En el caso particular de México el Banco Mundial prevé un crecimiento de 2.6 por ciento para este año y de 2.1 para el 2025.
En otro tema. El dato de remesas en 2023 enviadas a nuestro país desde Estados Unidos alcanzó un récord de $63.2 billones de dólares (equivalente al 20 por ciento del presupuesto federal). Cifra que significa un crecimiento de casi el doble a los $34 billones de 2018.
Es decir, durante la presente administración se ha duplicado la cantidad de dólares que entran al país por concepto de remesas. Ésta, sin duda, es una de las razones de la apreciación que ha tenido el tipo de cambio.
Desafortunadamente, algunos especialistas afirman que mucho de este dinero es producto del narcotráfico y tienen mapeadas las transferencias que se han hecho a muchos municipios, principalmente de Jalisco, Michoacán y Guanajuato.
