El quinto año de un sexenio es, tradicionalmente, un año de definiciones. Un año al que, pasado el tiempo, puede voltearse a ver para entender mucho de lo que se gana o se pierde en la sucesión presidencial.
Del lado del gobierno, son muchos los frentes abiertos que tendrán definiciones en las siguientes semanas o meses.
Primero, se espera una postura definitiva sobre la acusación en contra de la ministra de la Suprema Corte, Yazmín Esquivel. Es precisamente en la SCJN donde se vivirá uno de los capítulos más importantes rumbo a la sucesión de 2024. El famoso plan B, aprobado por Morena tras el rechazo de la oposición a la Reforma Electoral Constitucional, terminará decidiéndose en el pleno de la Corte. La oposición necesita 8 de 11 votos para que se declaren anticonstitucionales las modificaciones legales que buscan ahogar administrativamente al INE. Con toda seguridad, oposición y sociedad civil volverán a salir a las calles en defensa del Instituto.
En 2023 tendremos, también, los últimos dos procesos electorales locales del sexenio. Coahuila y Estado de México, dos de las tres entidades que le quedan al PRI, renuevan gobernador.
Particularmente en el Estado de México veremos la madre de todas las batallas. El PRI, que al parecer encabezará la alianza opositora con Alejandra de Moral como candidata, se juega su supervivencia. La alianza, como tal, necesita mostrarse competitiva en este proceso electoral para emocionar a los suyos rumbo a 2024. Y Morena, que aparece como favorito, podría echarse a la bolsa el estado con el mayor padrón electoral del país para llegar a 2024 con hasta 23 gobernadores afines a su Cuarta Transformación, lo que sería una ventaja difícil de superar para la oposición.
Pero más allá de los procesos electorales, 2023 será también un año clave para los suspirantes presidenciales.
Por Morena, Claudia Sheinbaum está en medio de un huracán por el accidente del fin de semana pasado en el Metro. Para nadie es un secreto que el Metro tiene deficiencias que vienen de años. Décadas, probablemente. La gobernante está arrancando el quinto año de su administración.
La crisis impacta su posicionamiento. Aunque no es cosa menor que, entre más sean los ataques que reciba, más puede ser la insistencia de López Obrador de respaldarla.
Marcelo Ebrard parece que sigue apostando todo a un proceso confiable al interior de Morena. Pero no cierra del todo la puerta con la oposición. En los siguientes meses, tendrá que tomar una definición final.
Salvo un despunte sin precedente en las encuestas, Adán Augusto López parece que está en la baraja de candidatos para terminar, cuando AMLO así se lo indique, con la contienda interna, alzándole la mano al elegido o elegida por el presidente.
Del lado de la oposición, más allá de alianzas, sigue pendiente el elemento principal rumbo a la elección de 2024: el candidato. Hasta hoy, sigue sin despuntar algún aspirante y un proyecto que verdaderamente emocione y parece que la puerta se cerró para Ricardo Monreal ante su falta de definiciones.