Danubio y corazón azul

CIVITAS

Salvador Guerrero Chiprés *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Salvador Guerrero Chiprés
 *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Ninguna transformación puede llamarse tal si antes no se han desmantelado de manera contundente los riesgos fundamentales contra las infancias.

Con independencia del género, pero sin ignorar al 70 por ciento constitutivo de la mayoría mujer de quienes siendo menores de 18 años son víctimas de Trata de Personas en sus modalidades de explotación sexual y trabajo forzoso, como para otros delitos, el tema crucial es: si una niña o niño es vulnerable lo es su familia, comunidad, entorno regional.

En México, especialmente en la capital nacional, existe un eslabón de la cadena de auxilio útil a las víctimas de Trata: la Línea Nacional gestionada por el Consejo Ciudadano desde hace 11 años, aunque fortalecida radicalmente en los últimos cinco años y medio gracias a la determinación política de Claudia Sheinbaum, Martí Batres y, en la demarcación más poblada, Iztapalapa, por la voluntad en la misma dirección de Clara Brugada.

¿Por qué, específicamente, es relevante? Porque gracias a la invitación diaria al Consejo Ciudadano para estar presente en el Gabinete de Seguridad, desde diciembre del 2018, todos los casos, modus operandi, datos agregados, sugerencias relevantes tuvieron posibilidad de ser presentados en la misma mesa donde están el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, la Marina, el Tribunal Superior de Justicia o la Fiscalía General de Justicia.

En ninguna otra parte del mundo existe esa opción para un organismo híbrido, no gubernamental o representativo de la sociedad civil, clara y sistemáticamente comprometido contra el delito en cuestión.

Eso propongo identificar y reconocer este día en el encuentro a celebrarse en Viena convocado por la UNODC y al cual fue invitado el Consejo. En mi calidad de panelista en la sede de la ONU en la capital austriaca, plantearé estos temas y los desafíos recientemente advertidos: crecimiento del reclutamiento delictivo a través de redes sociales y el perfil de víctimas rurales y muy jóvenes para las dos modalidades de Trata ya mencionadas.

Insisto: transformación habrá cuando los tratantes no tengan impunidad y aprovechemos la ventana de oportunidad visible de inmediato, relacionada con un esfuerzo nacional convergente contra la Trata, especialmente respecto de los grupos etarios más vulnerables en las zonas con mayor desigualdad y en las familias con más pobreza de tiempo y menos resiliencia.

A partir de los casi 13 mil reportes atendidos desde 2019, provenientes de todo el país y otras 35 naciones, podemos identificar las mayores vulnerabilidades en las niñas, niños y adolescentes, quienes representan cerca de la mitad de las víctimas de este delito.

Contra la Trata de Personas las acciones hablan. La CDMX tiene un modelo compartible en Viena, recorrida por el que Johann Strauss bautizó como “Danubio azul” y estos días enmarcada por el corazón del mismo color, símbolo de la lucha contra la esclavitud moderna convocada desde la ONU. Está llamado a latir más fuerte.