Salvador Guerrero Chiprés

Gutiérrez de la Torre: respuesta al viejo sistema

CIVITAS

Salvador Guerrero Chiprés *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Salvador Guerrero Chiprés 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El proceso penal contra Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre podría convertirse en un caso emblemático contra la corrupción y la impunidad, casi 20 años después de que se hiciera pública, por primera vez, la presunta red de trata de personas que operaba el entonces dirigente del PRI del antiguo Distrito Federal.

El pasado 29 de diciembre, el llamado Zar de la basura fue detenido en un domicilio de Tlalpan, acusado de aquel delito, luego de que la actual Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México reuniera elementos para que un juez girara la orden de aprehensión.

El caso revela una serie de inconsistencias pretextadas anteriormente y vinculadas con la ausencia de procuración de justicia. Pone en duda viejas prácticas de una simbiosis entre la clase política y las autoridades encargadas de la procuración de justicia que favorecían la impunidad en una aplicación desigual de la ley.

“Quedó en evidencia una investigación deficiente, omisa y lejana del deber de procurar justicia”. Con esas palabras la actual fiscal, Ernestina Godoy, sintetizó la actuación de sus antecesores en el cargo, de aquella Procuraduría General de Justicia del DF.

Las investigaciones periodísticas realizadas en 2003 por el diario Reforma revelaron que Gutiérrez de la Torre contrataba edecanes para trabajar en las oficinas del PRI-DF, pero posteriormente se les ofrecía un pago para presuntamente sostener relaciones sexuales con el dirigente priista.

Los testimonios fueron ratificados en 2014, en otro trabajo periodístico que produjo la primera denuncia formal en la entonces PGJDF a cargo de Rodolfo Ríos, y que en aquel año dependía del Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

En 2015, la PGJ determinó el No Ejercicio de la Acción Penal al “no encontrar elementos” contra Gutiérrez de la Torre.

Ahora, hay tres diferencias clave que permitieron claridad en este caso: la coordinación con el Gobierno local y la Fiscalía, en una terminante voluntad de combatir la impunidad contra la trata de personas.

Además, contribuye la notable transformación y evolución de la PGJ a FGJ, con mayor preparación en la investigación de los delitos y convicción por enfrentarlos sin distingo de sospechosos ni víctimas.

Las autoridades detectaron ausencia de declaraciones de víctimas clave, insuficientes diligencias y nula identificación de redes o vínculos.

Por el año en el que ocurrió la denuncia, Gutiérrez de la Torre será juzgado bajo el anterior sistema penal, que implica un proceso que puede tardar hasta dos años, sin que exista una sentencia firme en su contra.

Para la defensa del Zar de la basura puede ser una desventaja, porque no tiene acceso al procedimiento abreviado, es decir, a que haya una terminación anticipada del juicio para recibir una sentencia más pronta.

Todas, evidencias de un viejo sistema que enfrenta nuevas prácticas de procurar justicia. Frente a ellas, la determinación que en materia de seguridad muestra la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y exhibe Godoy en la FGJ son contundentes.