Si tu enemigo cae, no lo celebres; si cae, que no se alegre tu corazón.
Proverbios
Después del pogrom del 7 de octubre, el Estado de Israel ha tenido que defenderse del ataque terrorista de Hamas. Así de simple, así de complejo. A nadie nos gusta pensar en la guerra, pero hay escenarios peores: tolerar la brutalidad de los extremistas cuyas atrocidades no pueden ser toleradas.
Hoy, la Yihad Islámica permitió a Russia Today ingresar al sistema de túneles de Gaza, conocido como el Metro de Gaza. Este sistema consiste en una compleja red de túneles que se extienden por unos 500 kilómetros bajo tierra, ubicados a una profundidad de 60 metros. Los túneles están equipados con su propia infraestructura eléctrica y sistemas de ventilación para garantizar la oxigenación, y conectan búnkeres y almacenes en toda la extensión de Gaza.
A través de ellos, los terroristas planean, ejecutan y esconden los crímenes que durante años han realizado en contra de los habitantes de Israel.
Decía Octavio Paz que el testigo menos sobornable de la historia era la arquitectura; las características de los túneles nos hablan de una ingeniería compleja y de alto mantenimiento. Hamas tiene recursos que ha preferido destinar a la maquinaria del terror y del odio antes que invertir en infraestructura social. Y esto no es una opinión, es un hecho.
Además que escuelas, hospitales y zonas habitacionales sirvan de resguardo al sistema de túneles habla de la alteración en los valores morales de Hamas: primero, la muerte y la destrucción; después, las personas. Y esto no es una opinión, también es un hecho.
Finalmente, mucho se ha dicho de la brutalidad de los ataques de Israel. A propósito de esto, recupero el mensaje del general Yaron Finkelman, jefe del Mando Sur a las fuerzas que combaten en Gaza: “Estaciones del Comando Sur, habla el comandante. Estamos lanzando un ataque contra Hamas y los grupos terroristas en la Franja de Gaza. Lucharemos profesional y poderosamente a la luz de los valores de Tzahal con los que crecimos. El principal de ellos es apegarse a la misión y luchar por la victoria”.
Los valores de Tzahal —acrónimo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)— incluyen el concepto “pureza de las armas” para describir el código de honor que se exige cumplir a los soldados de las FDI para que “hagan todo lo que esté en su mano para evitar dañar la vida, el cuerpo, la dignidad y la propiedad de los civiles enemigos”.
En 25 días de combate en Gaza, uno de los ejércitos más poderosos del mundo, en una incursión en una zona de alta densidad poblacional, ha registrado 8,000 muertos. Y debemos lamentarnos por cada uno de ellos.
No hay guerra deseable, pero ésta es inevitable mientras Hamas no devuelva a los rehenes a quienes tiene secuestrados.