Valeria López Vela

Y tú, ¿qué tan misógino eres?

ACORDES INTERNACIONALES

Valeria López Vela*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Valeria López Vela
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En el Día Internacional de la Mujer habrá marchas, discursos, conferencias y cientos de manifiestos llenos de buenas intenciones y ningún compromiso medible, tangible o alcanzable.

Mucho lamento que este día se haya “carnavalizado”. Más que soluciones, escuchamos quejas —todas válidas—, pero pocas propuestas y ninguna solución. Entonces, ¿de qué sirve, año con año, salir a las calles a exigir, a denunciar, si lo que seguimos viendo es un retroceso en el ejercicio de los derechos, subejercicio presupuestal y aumento en los feminicidios?

El 8 de marzo se ha vuelto una fecha catártica pero, considero, debería ser una fecha reformadora de la realidad: con objetivos y metas, medibles y alcanzables. Para que, 365 días después, podamos ver los avances y volver a plantear nuevos pasos que nos acerquen a la igualdad sustantiva que, siempre es bueno recordar, se construye —no se decreta—.

Desencantada por los magros avances políticos, este año pienso que un buen intento sería optar por una reflexión individual, que ayudara a desmontar prejuicios y a construir relaciones más justas. Así, querido lector, preparé esta modesta prueba para saber qué tan misóginos somos.

Como ha escrito la filósofa Kate Manne la misoginia puede comprenderse en dos sentidos —principalmente—. Una comprensión común o ingenua, al estilo de una definición de diccionario, que la define como una propiedad de las personas (típicamente hombres, aunque no necesariamente) que son propensas a sentir odio, hostilidad u otras emociones similares hacia todas y cada una de las mujeres o al menos hacia las mujeres en general, simplemente porque son mujeres.

Además, hay una acepción más técnica que refiere desprecio y obstaculización a aquellas mujeres percibidas como impropias, traidoras a los estereotipos de género, mujeres malas y “desviadas” por optar por los roles orientados a los hombres. Entre otras, sus objetivos naturales serán las feministas.

A partir de estas definiciones, propongo diez preguntas para saber qué tan introyectada tenemos la visión misógina. Responda si está de acuerdo o no con las siguientes afirmaciones.

a.    El movimiento MeToo le parece un injusto juicio sumario

b.    Prefiere que lo atienda un médico hombre que una médico mujer

c.    Las mujeres que denuncian casos de violencia sexual lo hacen para llamar la atención

d.    El movimiento feminista sólo busca vengarse de los hombres

e.    Hay profesiones para hombres y profesiones para mujeres

f.     Las feministas nos prohíben coquetear

g.    Las mujeres que ascienden laboralmente suelen hacerlo a cambio de favores sexuales

h.    El feminismo acabó con la familia

i.     Mujer que sabe latín, no tiene marido ni buen fin

j.     Ni machismo ni feminismo: humanismo

 

Si contestó afirmativamente la mayoría de los enunciados, hay indicios de que tenga fuertes prejuicios de género que se manifiestan en conductas misóginas que —de manera inconsciente— realiza en el trato cotidiano.

Además de los grandes cambios estructurales, también es necesario que modifiquemos nuestras conductas, haciéndonos conscientes de los prejuicios que nos llevan a actuar de forma misógina; en especial, con las mujeres que defienden los derechos de otras mujeres.