All the Beauty and the bloodshed: una apuesta por la vida

LA VIDA DE LAS EMOCIONES

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Recientemente he experimentado el cine como un medio de reflexión sobre temas que tienen que ver con mi trabajo como psicoterapeuta. Películas que hacen pensar y sentir, con las que podemos identificarnos o no, pero que mueven algo profundo más allá de lo puramente intelectual. En cierto sentido, terapéuticas.

Apenas esta semana pude ver el documental All the Beauty and the Bloodshed, dirigido por Laura Poitras en 2022 (se puede ver en HBO) que cuenta la historia de Nan Goldin, una artista norteamericana, pionera de la fotografía documental y narradora de la escena contracultural de Nueva York de los años 70 y 80. También activista, fundadora de PAIN, una asociación de personas afectadas por la adicción a la oxicodona, producida por Purdue Pharma, propiedad de la familia billonaria Sackler, que se enriqueció mintiendo sobre el peligro de adicción del Oxycontin. PAIN se ha dedicado a denunciar a los Sackler, a hacer acciones directas en museos y ha conseguido que este apellido sea removido de museos tan importantes como el Louvre y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.

La parte autobiográfica le da intensidad al retrato de la artista y activista, y es un elemento muy poderoso en la historia. Nan dice en algún momento que su activismo, sus ganas de ser libre y de ayudar a otros a serlo, comenzó con la trágica muerte de su hermana mayor, Betty. Fueron hijas de uno de tantos matrimonios que no están capacitados para ser padres, pero que tienen hijos, porque es lo que toca, la norma cultural. El nombre del documental aparece en uno de los reportes de los internados en donde sus padres abandonaron a Betty, porque no sabían qué hacer con ella cuando llegó a la adolescencia. All the Beauty and the Bloodshed es la interpretación de Betty ante una imagen del Rorschach, una prueba proyectiva de la personalidad, que resume el momento terrible por el que pasaba. Muchos años después, Nan lee todos los expedientes psiquiátricos de su hermana y sabe que Betty hubiera sobrevivido de haber encontrado adultos que la amaran.

Goldin comienza su carrera como fotógrafa amateur a los 15 años y su interés siempre fue retratar la vida sentimental y sexual de sus amigos. Después estudiaría en la Escuela de Bellas Artes de Boston para convertirse en fotógrafa profesional. Goldin hace una declaración conmovedora cuando dice que el vínculo más importante de su vida es la amistad. Sus amigos la sostuvieron, le dieron asilo, la salvaron de la orfandad. La presencia de su amigo David Amstrong le cambia la vida y se vuelven como hermanos. Goldin habla de sus problemas de adicción a la oxicodona y a otras drogas, se considera en permanente rehabilitación. En los ochenta, ve morir de sida a la mayoría de sus amigos más cercanos. Organiza exposiciones con los trabajos de los amigos contagiados, intentando rescatar la vida, el amor, la obra artística, el derecho al placer, a pesar de la muerte. Participa en manifestaciones que hacen responsable al gobierno norteamericano por no atender a esta población que moría todos los días, como si sus muertes no importaran.

El inicio de la vida es muy difícil para algunas personas. Nan Goldin es una de ellas. Perder a una hermana por suicidio, ser huérfana fáctica, porque sus padres no se hacen responsables de ella, la obliga a vivir en muchos hogares adoptivos, a crecer muy rápido, a encontrar en la adicción una forma de lidiar con el dolor. Después le da la vuelta al sufrimiento y lo convierte en arte, en belleza, en denuncia, en solidaridad con los que sufren y mueren en el anonimato. Se convierte en una mujer fuerte, valiente, una punk que rompió con las reglas establecidas para decirnos que todos tenemos derecho al amor, que todas las vidas valen lo mismo, para denunciar a una de tantas familias de billonarios que hacen sus fortunas destruyendo de la vida la gente. Artista brillante, vital, honesta, rodeada de amigos, solidaria, combativa. Una mujer que conserva su idealismo y sigue siendo activista a los 70 años.

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