Modalidades clínicas del narcisismo

LA VIDA DE LAS EMOCIONES 

Valeria Villa*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Valeria Villa
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Como parte del proyecto de divulgación sobre psicoanálisis llamado Yoica, Luis Hornstein dio una clase magistral sobre las modalidades clínicas del narcisismo. Luis tiene el don de la claridad conceptual, pero sobre todo, la humildad para enseñar desde un lugar de generosidad, curiosidad por las dudas de los alumnos y pasión por lo que sabe. Aquí un resumen del contenido:

La palabra narcisismo ha sido manoseada, como todas las demás, por gente sin formación, en las redes sociales. Hoy día, todos son expertos en diagnosticar narcisistas.

Dice Hornstein que los demás tienen una función fundamental en la autoestima y la identidad. La dependencia hacia el objeto amado es biológica, propia de la especie, que nace en el desamparo, y necesaria para sobrevivir psíquicamente. Qué le pasa a alguien cuando pierde a su objeto es el tema de Duelo y melancolía (Freud, 1917), en el que habla de un cataclismo de la persona frente a la pérdida. Estamos sostenidos por nuestros vínculos. Un ejemplo de patología narcisista son aquellos padres que basan su identidad en los logros o en los problemas de los hijos y viven una falla en su autoestima y en quiénes son cuando los hijos están mal. O viven la plenitud yoica cuando los hijos están “bien”, de acuerdo a los ideales sociales. Qué representamos para nuestros vínculos significativos será algo que constituya nuestro carácter. Recientemente un paciente decía que no sabe por qué desde joven le tocó resolver los problemas familiares. Esta identidad lo ha estructurado, lo ha hecho sentir valioso, pero también es un lastre. Si alguien es el salvador de la madre, el carácter se formará alrededor de esta transferencia que la mamá puso en él. El carácter es “el precipitado de las identificaciones”, es decir, de todo lo que se proyectó en nuestra persona a lo largo del tiempo.

A Hornstein le preocupa que subestimemos a Eros, es decir, la función creativa, y que sobreestimemos la pulsión de muerte, muy presente en pacientes graves. Quizá los terapeutas psicodinámicos exageramos al ver en todo la compulsión a la repetición y no seamos capaces de ver lo que los pacientes hacen diferente. Tal vez, sin saberlo, tenemos una visión estructuralista, en la que hay algo de fatalismo, como en el marxismo de Altusser. No hay historia dice Hornstein, sin creación, novedad, proyecto y libertad y por tanto, se declara existencialista: la historia es lo que hacemos con las cartas que nos tocaron.

Existen 4 patologías narcisistas:

1. La esquizofrenia, la paranoia y lo borderline, caracterizados por un yo frágil, por una inconsistencia del yo y de la identidad.

2. Las depresiones, en las que se pone en juego la relación entre el yo y el superyó. Se trata del amor del yo por sí mismo, de las exigencias superyoicas y de la pérdida de autoestima.

3. La no construcción de alteridad, al no diferenciar al otro del sí mismo. Como cuando le hablamos a alguien y escucha otra cosa. Es la imposibilidad de conectarse con los otros y basar las relaciones en la proyección.

4. Las inhibiciones, cuando no se invistieron funciones yoicas desde la familia. Por ejemplo, por machismo se dejaron fuera de la mirada a las mujeres o cuando hubo un exceso de sufrimiento, el yo se fue quedando sin fuerza para vivir. En consecuencia, no se pueden investir de amor a los objetos. Esto se llama la clínica del vacío.

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