El debate de Máynez

DE LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Falta un mes para la elección, el candidato que registra el tercer lugar en las encuestas es menos conocido que la candidatura oficialista y que la de la coalición de partidos tradicionales. Al inicio pocos observaban a ese tercer lugar, algunos expresaban que era una locura apoyarlo, pero a un mes de la elección, después de años de desgaste de las fuerzas políticas preexistentes, ese tercero comienza un ascenso vertiginoso en segmentos electorales que tradicionalmente habían estado alejados de las urnas; me refiero a lo que sucedió en Chile, en Paraguay, en Colombia, en Argentina y antes en Europa. Es el fenómeno de los partidos “Challenger” que se ha extendido por el mundo y que hoy está sucediendo en México con Máynez y el Movimiento Ciudadano.

Si tenemos que hablar del punto de despegue podríamos ubicar el primer debate presidencial, donde se dio a conocer ante las audiencias con la soltura de un parlamentario experimentado. Pero definitivamente existe un punto de inflexión el 25 de abril, en el auditorio de la UAM. En palabras de Máynez, “un candidato que no busca días de campo, busca días de gloria”, donde el impacto entre su público fue contundente.

Una imagen que se ha viralizado es la del auditorio lleno de la UAM, con un Máynez frente a una joven que reclama. La descripción densa de esta postal de campaña nos muestra lo que hoy sucede. Cientos de jóvenes alzando la mano, ávidos por la oportunidad de participar, en un país donde su opinión deviene en pocas políticas públicas, donde millones no pueden realizarse o tener un techo propio, un seguro social, un ingreso digno como lo hicieron sus abuelos o sus padres, donde por alguna razón el bono demográfico fue desaprovechado y hoy la política se ha dirigido a programas sociales enfocados en personas adultas; todo esto mientras una joven toma el micrófono con justa molestia -o qué habría esperado la clase política– porque un universitario no tiene las oportunidades que debería y se habían alejado de la política, claro que no van a ir a aplaudirle a nadie.

La inflexión está en que uno de los candidatos aceptó el reto, y se fue a meter ahí, donde para muchos se ha perdido esa promesa de que la universidad era escalera social para todas y todos, donde esa generación está ávida de escuchar y ser escuchada, con empatía y paciencia. Aceptó el reto de tener públicos complejos y hoy tiene una campaña en ascenso.

Ése es el punto en el cual llega el candidato hacia el debate presidencial del domingo. Con 35 días para la jornada electoral, frente dos campañas que comienzan a mostrar fracturas. En Paraguay, el Payo Cubas, subió 10 puntos en 20 días; en Argentina, Milei en 10 días subió 10 puntos; En Chile, Boric, para su primaria subió 10 puntos en 30 días y Kast en la elección general nuevamente 10 puntos en muy pocos días. Máynez está encuestando ya en doble dígito, tiene la enorme ventana del segundo debate y tiempo suficiente para una subida que no tiene techo de acuerdo a los estudios de su propia campaña.

Y es que la propuesta de la alegría como método para enfrentar el reto democrático se había olvidado y la apuesta por la juventud se había desestimado. De las tres personalidades, será quien llegue en su “momentum”, es el que mayor soltura parlamentaria tiene, y quien ha ido a más espacios demandantes. Así que viene un debate interesantísimo que no nos debemos perder, el partido se puso bueno.

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