Con trasplantes de células madre, eliminan VIH de seis pacientes

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Científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Barcelona y del Hospital Gregorio Marañón de Madrid lograron eliminar de la sangre y tejidos de seis pacientes el virus del VIH después de someterlos a trasplantes de células madre.

La investigación, que publicó la revista Annals of Internal Medicine, confirmó que los seis pacientes que recibieron un trasplante de células madre tienen el virus indetectable e incluso uno de ellos ni siquiera tiene anticuerpos, lo que indica que el VIH podría haber sido eliminado de su cuerpo.

Los pacientes mantienen el tratamiento antirretroviral, pero los investigadores creen que la procedencia de las células madre, de cordón umbilical y médula ósea, así como el tiempo transcurrido para lograr el reemplazo completo de las células receptoras por las del donante, dieciocho meses en uno de los casos, podrían haber contribuido a una potencial desaparición del VIH, lo que abre la posibilidad de diseñar nuevos tratamientos para curar el sida.

Hasta ahora, el trasplante de células madre se recomienda exclusivamente para tratar enfermedades hematológicas graves.

El estudio se basó en el caso de ‘El Paciente de Berlín’: Timothy Brown, una persona con VIH que en 2008 se sometió a un trasplante de células madre para tratar una leucemia.

El donante tenía una mutación llamada CCR5 Delta 32 que hacía que sus células sanguíneas fueran inmunes al VIH, ya que evita la entrada del virus en ellas.

Brown dejó de tomar la medicación antirretroviral y hoy, 11 años después, el virus sigue sin aparecer en su sangre, con lo que se le considera la única persona en el mundo curada del VIH.

Desde entonces, los científicos investigan posibles mecanismos de erradicación del VIH asociado con el trasplante de células madre.

Para ello, el consorcio IciStem creó un grupo único en el mundo de personas infectadas por VIH que se sometieron a un trasplante para curar una enfermedad hematológica, con el objetivo final de diseñar nuevas estrategias de cura.

“Nuestra hipótesis era que, además de la mutación CCR5 Delta 32, otros mecanismos asociados con el trasplante influyeron en la erradicación del VIH en Timothy Brown”, explicó Salgado.

El estudio incluyó a seis participantes que habían sobrevivido al menos dos años después de recibir el trasplante, y todos los donantes carecían de la mutación CCR5 Delta 32 en sus células.

“Seleccionamos estos casos porque queríamos centrarnos en las otras posibles causas que podrían contribuir a eliminar el virus”, detalló Mi Kwon.

Tras el trasplante, todos los participantes mantuvieron el tratamiento antirretroviral y lograron la remisión de su enfermedad hematológica tras la retirada de los fármacos inmunosupresores.

Tras diversos análisis, los investigadores vieron que 5 de ellos presentaban un reservorio indetectable en sangre y tejidos y que en el sexto los anticuerpos virales habían desaparecido completamente 7 años después del trasplante.

“Este hecho podría ser una prueba de que el VIH ya no está en su sangre, pero esto solo se puede confirmar parando el tratamiento y comprobando si el virus reaparece o no”, dijo Salgado.

El único participante con un reservorio de VIH detectable recibió un trasplante de sangre de cordón umbilical -el resto fue de médula ósea- y tardó 18 meses en reemplazar todas sus células por las del donante.

El siguiente paso será hacer un ensayo clínico, controlado por médicos e investigadores, para interrumpir la medicación antirretroviral en algunos de estos pacientes y suministrarles nuevas inmunoterapias para comprobar si hay rebote viral y confirmar si el virus ha sido erradicado del organismo.

kl

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