El origen del COVID-19

COVID-19: El paciente cero no comió sopa de murciélago

Pese a que han surgido diversas teorías que afirman que el COVID-19 fue creado genéticamente, los hallazgos científicos afirman que surgió en una especie animal

Miembros del equipo de la OMS siguen investigando los orígenes del COVID-19 en Wuhan
Miembros del equipo de la OMS siguen investigando los orígenes del COVID-19 en Wuhan

Los hallazgos científicos han determinado que el origen del COVID-19 fue zoonótico, lo cual quiere decir que fue transmitido a humanos desde otras especies y que los primeros casos se dieron en Wuhan, aunque todavía no se tienen datos relevantes sobre el comienzo del virus.

No obstante, un equipo de epidemiólogos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se desplazó en enero a Wuhan para investigar el origen del COVID-19, por lo cual aún se espera más información respecto al posible origen de la infección.

Sin embargo, conviene dejar en claro que pese a lo que pregonaron muchos internautas, la sopa de murciélago no es un plato típico en Wuhan, por lo cual es muy poco probable que el paciente cero del COVID-19 se haya contagiado de esta manera.

De hecho, el peculiar platillo es más bien popular en la isla de Palaos, de donde provenían algunos vídeos compartidos en redes sociales que apuntaban a que el COVID-19 se transmitió a causa de que un integrante de la comunidad de Wuhan comió sopa de murciélago.

Además, la zoonosis no tiene por qué darse por comer el animal en el que se origina un nuevo virus, ya que solo es necesario la proximidad física. Y algunos científicos tienen la teoría de que el COVID-19 probablemente se originó en un murciélago, aunque llegó a otra especie animal antes de ingresar en los humanos.

La mayor certeza que se tiene del origen del COVID-19 es que se produjo gracias a la zoonosis, sin embargo, la pista se pierde en el mercado de Huanan, en el que se vendían mariscos, faisanes, serpientes y otros animales que la comunidad de Wuhan acostumbra consumir.

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