Estudios preliminares realizados en Estados Unidos, Países Bajos y Sudáfrica, indicaron que el sistema inmunológico de las personas vacunadas o que ya superaron una infección por COVID-19, tiene más posibilidades de contrarrestar a la variante Ómicron que desarrollar un cuadro grave por coronavirus.
Los investigadores consideraron que lo anterior puede explicar por qué en distintas naciones hay menos hospitalizaciones y muertes por Ómicron que con otras variantes.
En Estados Unidos, estudios llevados a cabo por el equipo de Alessandro Sette, analizaron a 86 personas vacunadas con biológicos de Janssen, Moderna y Pfizer, y encontraron que el 80 por ciento de la respuesta inmunológica se mantuvo frente a Ómicron.
En Países Bajos, la investigación recayó en 60 trabajadores de la salud previamente inoculados con AstraZeneca, Janssen, Moderna y Pfizer; se halló que la inmunidad contra la variante sudafricana de COVID-19 tiene niveles similares que con Beta o Delta.
Científicos en Sudáfrica destacaron que las células T, o linfocitos T —que ayudan a proteger al cuerpo de las infecciones—, mantienen su respuesta contra COVID-19 luego de ser estimuladas por la inmunización o una infección previa.
El estudio, liderado por las especialistas Catherine Riou y Wendy Burgers de la Universidad de Ciudad del Cabo, analizó la respuesta de los linfocitos T en 70 personas vacunadas con dos dosis de biológicos de Pfizer, con una o dos dosis de Johnson & Johnson, y en pacientes contagiados previamente.
"Hallamos que el 70-80 por ciento de la respuesta de las células T CD4 y CD8 a la proteína de la espícula se mantenía a lo largo de los grupos de estudio", destacó la investigación sudafricana y agregó que la reacción estudiada fue similar a la que se observó con variantes Beta y Delta, a pesar de que Ómicron tiene más mutaciones.
Los investigadores concluyeron que las células T, estimuladas por vacunas o una infección previa, son capaces de reconocer y hacer frente a Ómicron.
KEFS