Los cambios estacionales pueden repercutir en tu estado de ánimo de diferentes maneras, este fenómeno es conocido como trastorno estacional y puede afectar a las personas en distintas formas.
El trastorno estacional es más frecuente en las últimas estaciones del año, que son otoño e invierno. Debido a la disminución de luz solar, las afecciones y sensibilidad de los cambios estacionales pueden afectar no sólo de manera física, sino también emocionalmente.
Cuando la tristeza, melancolía, el sentirse decaído o sin motivos para realizar las actividades cotidianas son sentimientos que se presentan de manera recurrente en los cambios estacionales, se denomina Trastorno Afectivo Estacional (TAE).
El TAE afecta al 15 por ciento de la población general, principalmente a mujeres que atraviesan la adolescencia o son adultas.
Síntomas del Trastorno Afectivo Estacional (TAE)
- Tristeza, desesperanza, irritabilidad y ansiedad
- Aislamiento
- Fatiga;
- Reducción del ejercicio físico
- Problemas físicos como dolores de cabeza
- Menor tolerancia a la frustración, mayor sensibilidad a lo negativo
- Pérdida de interés en el trabajo y otras actividades
- Cambios en la dieta, normalmente asociados con una mayor ingesta calórica
Aunque estas afecciones se presentan generalmente en otoño e invierno, también pueden presentarse en primavera.
En otoño, los factores que pueden propiciar que se presenten afectaciones emocionales son la reducción de luz, el viento, la lluvia, las temperaturas bajas y la reducción de actividades sociales debido al clima.
En primavera, aunque es una temporada donde existe un aumento en la luz solar, algunas personas tienen alergias en esta temporada, generando una depresión primaveral ocasionada por la inestabilidad y susceptibilidad que tienen con la presencia del polen. Debido a que esta época está relacionada con la felicidad, aquellas personas que no están pasando por un buen momento presentan síntomas de depresión.
Para mejorar las afectaciones emocionales provocadas por los cambios estacionales puedes intentar tener una dieta variada y equilibrada; una vida social activa; pasear al aire libre; y ocupar tu tiempo libre en actividades que te gusten para no tener una vida sedentaria o rutinaria.
Si eres una persona que ha padecido episodios de depresión o ansiedad, siempre puedes pedir ayuda en asociaciones que proporcionan atención psicológica gratuita, o asistir a una terapia privada.
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Leo