Hace un mes, un equipo de cirujanos trasplantó el corazón de un cerdo en un hombre agonizante con el fin de prolongar su vida.
Dos días más tarde, el hombre ya hacía bromas y era capaz de sentarse en una silla.
Ahora ha pasado un mes desde que este hombre de Maryland se convirtió en la segunda persona en recibir un corazón porcino, y un video del hospital difundido el viernes lo muestra trabajando duro para reponerse.
Lawrence Faucette estaba a punto de morir por insuficiencia cardiaca y no era elegible para un trasplante de corazón tradicional debido a otras complicaciones de salud cuando los médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland le ofrecieron esa cirugía altamente experimental.
En las primeras imágenes de Faucette desde el trasplante del 20 de septiembre, un video del hospital muestra al fisioterapeuta Chris Wells instándole a sonreír mientras pedalea para recuperar fuerzas.
“Va a estar difícil, pero triunfaré", contesta Faucette, de 58 años, resoplando pero esbozando una sonrisa.
El equipo de Maryland realizó el año pasado el primer trasplante mundial de un corazón de un cerdo genéticamente modificado a otro hombre moribundo. David Bennett sobrevivió solamente dos meses antes de que ese corazón dejara de funcionar por razones que no están completamente claras, aunque más tarde se encontraron evidencias de un virus porcino en el interior del órgano. Lo aprendido en aquel primer experimento produjo varios cambios antes de este segundo intento, entre ellos la mejora de las pruebas de detección de virus.
Los intentos de trasplante de órganos de animales a humanos —los llamados xenotrasplantes— han fracasado durante décadas, ya que el sistema inmunitario de las personas destruía de inmediato el tejido extraño. Ahora los científicos vuelven a intentarlo con cerdos modificados genéticamente para que sus órganos sean más parecidos a los humanos.
En el video del hospital difundido el viernes, los médicos de Faucette dijeron que el corazón de cerdo no ha presentado síntomas de rechazo.
“Su corazón está haciendo todo autónomamente”, dijo el doctor Muhammad Mohiuddin, jefe de xenotrasplantes cardiacos del equipo de Maryland.
Una vocera del hospital dijo que Faucette, de Frederick, Maryland, ha podido levantarse y que los fisioterapeutas lo están ayudando a ganar las fuerzas necesarias para intentar caminar.
Muchos científicos esperan que algún día los xenotrasplantes puedan compensar la enorme carencia de donaciones de órganos humanos. Más de 100.000 personas están en la lista nacional de trasplantes, la mayoría a la espera de un trasplante de riñón, y miles morirán esperando.
Un puñado de equipos científicos han probado riñones y corazones de cerdos en monos y en cuerpos humanos donados, esperando aprender lo suficiente para que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos les permita realizar estudios formales de xenotrasplantes.
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Leo