Las infecciones bacterianas, en muchas ocasiones no se tratan como debieran y muchas de ellas terminan provocando enfermedades que suelen complicarse más en los seres humanos. Aunque muchas de ellas sean benéficas otras de ellas son infecciosas, se reproducen rápidamente dentro del cuerpo y pueden provocar otros padecimientos.
El tratamiento habitual es con antibióticos y el más recurrente que se utiliza para esos casos es la trimetoprima con el sulfametoxazol, por lo que hoy te hablaremos de este combinado de medicamentos, aunque la misma recomendación de siempre: no te automediques y acude para cualquier malestar al médico para que te indique el tratamiento adecuado que debes llevar para tu padecimiento.
Primero, ¿qué es la trimetoprima y qué es el sulfametoxazol?
Ambos son medicamentos que se usan para tratar infecciones bacterianas, los cuales, por lo general, se administran juntos. La combinación de estos antibióticos se usan para tratar diversas infecciones, incluidas las del tracto urinario.
Cada 3ml de solución inyectable contiene 160 mg de trimetoprima y 800 mg de sulfametoxazol; mientras que cada tableta contiene 80 o 160 mg de trimetoprima y 400 u 800 mg de sulfametoxazol.
¿Para qué sirve la trimetoprima con sulfametoxazol?
De acuerdo a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, la trimetoprima con sulfametoxazol está indicada como tratamiento de infecciones de diversa índole, como las siguientes:
- Infecciones urinarias como pielonefritis; cistitis; uretritis; prostatitis aguda y crónica; bacteriuria asintomática y profilaxis de infecciones recurrentes.
- Infecciones gastrointestinales como enteritis; gastroenteritis; diarrea del viajero; shigelosis; salmonelosis y fiebre tifoidea.
- Infecciones respiratorias superiores e inferiores como otitis media; sinusitis; faringitis; amigdalitis; bronquitis aguda y agudizaciones de bronquitis crónica.
- Tratamiento y profilaxis de la neumonía causada por Pneumocystis carinii en pacientes inmunodeprimidos.
- En infecciones de transmisión sexual causadas por neisseria gonorrhoeae; chlamydia trachomatis y haemophilus ducreyi. También en osteomielitis e infecciones de la piel y tejidos blandos.
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