Ya comienzan a darse los resultados de estudios sobre las secuelas a seis meses y un año de haber tenido COVID-19, y la disnea es una de ellas.
Un nuevo estudio hecho en Wuhan, China y publicado por la revista The Lancet, mostró que hasta el 49 por ciento de los pacientes estudiados, que estuvieron hospitalizados por COVID-19, sufrió secuelas un año después de su recuperación, siendo una de ellas la disnea.
Aunque se desconocen todas las secuelas a largo plazo, por haber tenido COVID-19, ya se han detectado algunas como la fatiga, disnea y depresión, presentes seis o 12 meses después de la enfermedad.
La disnea y otras secuelas tras COVID-19
Como relata El Financiero, 1 mil 276 sobrevivientes fueron entrevistados y pasaron por un examen físico para detectar síntomas y saber de su calidad de vida luego del virus.
La fatiga fue el más común de los síntomas en los pacientes, y también se observó que la disnea (dificultad para respirar o sensación de ahogo), ansiedad y depresión fueron más frecuentes a los 12 meses de haber estado enfermos que a los seis.
También se detectaron casos de fatiga muscular y dificultad para dormir, más a los seis meses que al año. Entre las secuelas también puede darse la pérdida de cabello, afectaciones en el olfato y palpitaciones, dolor articular, pérdida de apetito y trastornos en el sentido del gusto.
AHM