Para los hombres que son padres en México, ni la distancia, ni su estado civil o su trabajo son un obstáculo para disfrutar de sus hijos, ya que han modificado su papel y de sólo ser proveedores económicos del hogar también participan en las labores domésticas y educativas de los menores.
De acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (2014) los hombres dedican 12.4 horas a la semana para cuidar a los integrantes de la familia, de las cuales 11.5 destinan para los niños de cero a catorce años, como es el caso de David Hernández, Armando Hernández, Salvador del Toro y Roberto Melgar, quienes demuestran que es posible trabajar y pasar momentos de calidad con sus hijos.
David Hernández, de 32 años, es chef, padre soltero —como el siete por ciento de los papás en México— y está a cargo de cuatro pequeños: de diez, nueve, tres y un año de edad.
En entrevista con La Razón confesó que ha aprendido a hacer trenzas y coletas, pues desde hace seis meses se encarga totalmente de sus tres niñas y un niño, a quienes diariamente prepara el lunch y el uniforme y en otras ocasiones lleva a pasear a parques o centros comerciales.
La participación de los hombres en la crianza y vida de sus hijos cada vez es mayor, según una encuesta realizada por los medios BabyCenter e impreMedia, en la que nueve de cada diez padres consideraron que intervienen de manera activa en estas actividades.
Tal es el caso de Armando Hernández, quien a los 27 años tuvo a su primera hija, pero debido a la profesión docente de su esposa él ha criado la mayor parte del tiempo a la menor de tres años.
Radica en Uruapan, Michoacán, donde no tiene familia cercana, por lo que la pequeña acompaña a Armando a realizar sus labores, las cuales constan principalmente de la venta de autos.
“Ahora a mi hija le gustan los coches, repararlos y la velocidad; se siente bonito porque nunca le impuse esos gustos y ahora me ayuda cuando estoy reparando alguno”, indicó.
Otro caso es el de Salvador del Toro, quien es caricaturista, y aunque a diario viaja más de dos horas (ida y vuelta) de Cuernavaca a la Ciudad de México, por su trabajo, hace un esfuerzo con tal de ver a su familia y apoyar con las tareas propias del hogar.
“Todos los días aprendes cosas nuevas, recuerdas las anécdotas con tus papás y tratas de no cometer los mismos errores”, contó Salvador, padre de una niña de cuatro años y un bebé de cuatro meses.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Armando y Salvador forman parte del 77.7 por ciento de hogares en el país dirigidos por un hombre, pero también existen casos en los cuales los padres están separados, como el de Roberto Melgar, quien pertenece al 12.3 por ciento de las parejas divorciadas.
Para él fortalecer el vínculo con sus hijos de 13 y siete años ha significado un esfuerzo mayor, pero señaló que lo ha logrado al platicar con ellos, involucrarse en sus actividades extraescolares y ayudarles en las tareas, así como invitarlos a sus entrenamientos de box.