Primero fue considerado un cometa. Después confirmaron que no tenía actividad, por lo que fue considerado un asteroide. Pero ahora, los científicos apuntan a que el objeto capturado por el telescopio Pan-Starrs 1 en 2017 podría tratarse de una sonda de origen extraterrestre.
Esta es la conclusión de un grupo de astrónomos de Harvard, después de investigar el extraño objeto, el primero procedente de otra galaxia observado desde la Tierra. Cuando trataron de estudiarlo, el objeto volvió a salir del sistema solar, por lo que no pudo ser observado con detenimiento. Lo que sí concluyeron es que se movía de forma errática, giraba a gran velocidad y parecía acelerar más que desacelerar a medida que avanzaba, recoge "The Independent".
Las conclusiones de los astrónomos han sido incluidos en un documento que sostiene que el objeto se deslizaba por el espacio y que obtenía energía del sol. Si fuera así, el objeto podría ser una nave espacial de origen extraterrestre: Podría ser una sonda totalmente operacional enviada intencionalmente a las proximidades de la Tierra por una civilización alienígena".
El nuevo estudio, escrito por Shmuel Bialy y Abraham Loeb del Harvard Smithsonian Center for Astrophysics Center, analiza la forma en que la radiación solar podría usarse para alimentar el objeto mientras se mueve por el espacio.
Calcularon que tendría que ser muy delgado pero muy ancho, precisamente la forma del objeto que estaban analizando. Esta tecnología está siendo investigada desde hace años y permitiría a las naves espaciales desplazarse en el espacio a gran velocidad.
Es posible que ya se haya desarrollado en otro lugar, indican, y podría servir para transportar carga entre planetas o incluso entre estrellas. Una posibilidad más remota, añaden, sería que Oumuamua fuera una sonda enviada intencionalmente a las proximidades de la Tierra por una civilización alienígena.
Con información de La Razón España
ntb