El 30 de julio una misión interestelar de la NASA tendrá lugar en Estados Unidos, donde de nueva cuenta se realizará un vuelo espacial sin pasajeros para poner a prueba las capacidades de una nueva nave espacial.
Esta aeronave recibe el nombre de Boeing CST-100 Starliner y su segunda misión orbital es conocida como Boeing Orbital Flight Test-2 (OFT-2) misma que despegará a las 2:53 PM del viernes 30 de julio con punto de partida en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida.
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¿Cómo es la cápsula espacial que Boeing y la NASA enviarán al espacio en julio?
Esta sofisticada nave espacial está diseñada para llevar hasta siete pasajeros o una combinación de tripulación y carga, aunque por el momento, la expedición no será tripulada. Además, esta aeronave tiene señal inalámbrica de internet y cuenta con la tecnología de una tablet para la interfase de la tripulación.
Conviene mencionar que esta cápsula se puede utilizar en misiones espaciales de órbita terrestre baja y puede ser reutilizada hasta 10 veces, con un tiempo de seis meses entre cada misión estelar.
De hecho, esta cápsula espacial fue diseñada para ser reutilizable, ya que su una innovadora estructura principal sin soldaduras y con blindaje térmico fácilmente reemplazable, permite que los ingenieros y técnicos puedan darle un mantenimiento continuo al Starliner para renovarlo para cada misión.
Y con el objetivo de realizar un aterrizaje sin contratiempos, la Starliner está dotada con un sistema de paracaídas y bolsas de aire, que ayudan a que en su regreso a la Tierra la nave aterrice en tierra firme y no en superficies acuáticas.
Antecedentes de la nave espacial de Boeing y la NASA mandarán al espacio este 30 de julio
En diciembre 2019 Boeing intentó realizar la misma expedición experimental, sin embargo, la nave espacial tuvo una serie de problemas técnicos que hicieron que no lograra ingresar en la órbita correcta y tuviera que abortar su misión, retornando a la Tierra.
De hecho, en vista de que la nave espacial estuvo cerca de perderse dos veces durante esta primera expedición, luego de un análisis exhaustivo, la NASA identificó cerca de 80 correcciones que Boeing debía hacerle a su cápsula espacial.
Por lo cual, este lanzamiento podría ser un parteaguas para la empresa, ya que si todo sale bien, se tiene previsto que para finales de año se emprenda la primera misión tripulada de Starliner con destino a la Estación Espacial Internacional.
En ese sentido, conviene decir que el lapso de tiempo entre una prueba y otra se debe en parte a las modificaciones que debieron realizarse en la nave espacial a pedido de la NASA, después de la primera misión fallida.
Por ello, el objetivo del Boeing Orbital Flight Test-2 es garantizar que esta nave espacial es un transporte seguro y rentable para misiones tripuladas que puedan ser cada vez más duraderas, lo cual podría permitir aumentar el tiempo de investigación en futuras misiones en el espacio.
Así que en esta expedición interestelar sin tripulación se pondrán a prueba las capacidades de la nave espacial Starliner y del cohete Atlas V desde su lanzamiento hasta su retorno a la Tierra en el oeste de Estados Unidos.