El B-21 RAIDER, el primero bombardero furtivo de Estados Unidos salió de su hangar de fábrica para realizar su primer vuelo para pruebas de motor, pruebas de rodaje y otras comprobaciones en tierra necesarias en la planta de Northrop Grumman en Palmdale, California. Este vuelo fue un salto corto de 36 millas desde Palmdale hasta la Base de la Fuerza Aérea Edwards, en California, en cuanto llegó allí, el 420º Escuadrón de Pruebas de Vuelo sometió al bombardero a extensas pruebas aéreas. Según explicó Randall G. Walden, director de la Oficina de Capacidades Rápidas (RCO) de la Fuerza Aérea, al avión lo probarán hasta sus límites y además se asegurarán de que el diseño, la fabricación y la línea de producción tengan sentido.