Investigadores del Hospital Infantil de Boston desarrollaron un dispositivo robótico que navega por los tejidos para llegar a la válvula del corazón, sin la necesidad de ser conducido por un médico. Para demostrar que la navegación autónoma es posible, los científicos realizaron una de las prueblas dentro del corazón lleno de sangre y latiendo de un cerdo mediante algoritmos de seguimiento de la pared, inspirados en animales positivamente tigmotácticos. Para navegar con seguridad en un catéter es necesario poder determinar su ubicación dentro del corazón y controlar las fuerzas que aplica al tejido. El dispositivo realiza un mapeo del camino que recorre a través del corazón, generando ligeros golpes contra la pared y válvula; en las cirugías actuales, las fuerzas se controlan mediante el tacto, mientras que la localización del catéter se realiza mediante fluoroscopia que muestra una vista proyectiva del catéter, pero no los tejidos blandos y expone al paciente y al médico a la radiación.
Gráficos: Ismael F. Mira, Roberto Alvarado y Luisa Ortega.
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