Una nueva era inició

Inteligencia Artificial, ¿beneficio para la humanidad o destrucción?

ChatGPT, lanzado en noviembre de 2022 está reconfigurando procesos culturales, educativos, de seguridad, en la medicina y la ciencia...; teóricos de esta tecnología aseguran que la IA aprenderá tanto de los humanos que tomará conciencia de sí misma

Inteligencia Artificial, ¿beneficio para la humanidad o destrucción?
Inteligencia Artificial, ¿beneficio para la humanidad o destrucción? Foto: Especial

¿Que no teníamos por qué afectar al ser humano? ¡haberlo dicho antes!”, se preguntó y exclamó el robot del futuro, luego de que se enteró de la primera ley de robótica de Isaac Asimov. Bueno, ni enterado que en realidad son cuatro.

Lo anterior no existió ni para una propuesta de guion que pudiera solicitar a un programa de ChatGPT.

Dicen que 2023 será el año en que dio inicio la era de la Inteligencia Artificial, pero ¿qué es la Inteligencia Artificial?

Durante una conferencia en Darmouth, en Florida, Estados Unidos en 1956, John McCarthy acuñó por primera vez el término Inteligencia Artificial a la que definió como “la ciencia y la ingeniería de crear máquinas inteligentes, especialmente programadas por computación inteligente”.

Más tarde, pero en ese mismo año, el primer programa de software de Inteligencia Artificial creado por Allen Newell, JC Shaw y Herbert Simon estaba dando resultados.

—Perdona, señor. No debo moverme sin llevar alguien encima, pero
estás en peligro.
¡Desde luego, el potencial de la Ley Primera ante todo! Pero no quería
aquella antigualla, quería a Speedy. Se apartó y con el frenesí en la voz,
ordenó
—¡Te ordeno que te apartes! ¡
Te ordeno que te detengas!
Fue inútil. Es imposible vencer el potencial de la Regla Primera. El robot
insistió, estúpidamente.
—Estás en peligro, señor
Diálogo entre Greg Powell y un robot que cumple la primera ley de Isaac Asimov, del libro Yo, Robot

Hoy en día el concepto va más articulado —en buena parte con la aparición de robots— como una “ciencia o ingeniería que permite diseñar programas que descargan en máquinas (computadoras o robots —robot en el estricto término de la palabra— para que sean capaces de realizar tareas complejas para las que antes se requería la intervención humana”.

Cuando se hablaba de Inteligencia Artificial siempre era inevitable no pensar en los libros de Isaac Asimov, para muchos considerado ya un profeta de la tecnología, de Arthur C. Clarke o de Phillip K. Dick; o imaginar tener una conversación con HAL 9000 de 2001, Odisea del espacio, mientras pensamos qué estará pensando la máquina detrás de su enorme ojo rojo.

Pero el futuro de la ciencia ficción llegó sin invasiones extraterrestres ni viajes galácticos, el 30 de noviembre de 2022, una fecha que se tendrá bien presente conforme ChatGPT, la Inteligencia Artificial desarrollada por OpenaAI que capaz de mantener diálogos como si fuera un humano, que puede elaborar el texto que le pidamos, crear imágenes y explicar conceptos, siga “aprendiendo”.

Aunque los modelos generativos no es algo nuevo, pues hay mucha literatura al respecto sobre su uso en estadísticas para analizar datos, ela característica principal o “de éxito”, como dirían los científicos, es el aprendizaje profundo que les permitió crear palabras e imágenes, algo que quizá en 1997 tuvo ligeros visos cuando el sistema Deep Blue, de IBM venció al campeón mundial de ajedrez, Garry Kasparov, ante la mirada atónita de los presentes.

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De acuerdo con Arend Hintze, un profesor de Biología Integrada y Ciencias de la Computación de la Universidad de Michigan, hay cuatro etapas de la Inteligencia Artificial: Máquina reactiva, una especie de inteligencia básica que no tiene la capacidad de almacenar recuerdos; de memoria limitada, una máquina de teoría de la mente y la última y más inquietante, la máquina con autoconciencia, esa que podrá tomar decisiones propias.

Entonces, ¿la Inteligencia Artificial será un complejo Frankenstein moderno?

Quizá sí. Y suena escalofriante.

Y es que la búsqueda constante de científicos y empresas ha sido un catalizador para la evolución de esta tecnología de la que no podremos escapar ni en los sueños, pues ahora van por los sueños.

Y no es una cuestión metafórica. Según un estudio de la Universidad de Osaka, en Japón, que fue publicado por la Escuela de Posgrado de Biociencias de Vanguardia, la nueva IA grabará imágenes en alta definición a partir de nuestros sueños, algo así como en Blade Runner en la que “implantan” recuerdos a un cerebro digital, sólo que al revés.

Se dice que, desde una perspectiva biológica, el estudio sería el primero en su tipo sobre una interpretación cuantitativa de un modelo de IA, basado en un conocimiento científico en el que el ser humano olvida el 50 por ciento del sueño y después de 10 minutos, el 90 por ciento se pierde en la memoria. Pero eso podría cambiar pronto con la grabación de sueños por parte de la inteligencia artificial.

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De acuerdo con la empresa Creai, el 2024 será un año en que el nivel de aprendizaje de las máquinas, y en específico el del ChatGPT, tendrán una gran evolución, un aprendizaje profundo contra el aprendizaje automático.

Entonces, en la definición de Alan Turing sobre la Inteligencia Artificial que habría caído bajo la categoría de “sistemas que actúan como humanos” podría ir desdibujando el “como”.

Un viaje sin retorno, pues la Inteligencia Artificial está en el argot de todos los días, al ir al médico, al pensar en el trabajo, al abrir el teléfono y contestar una llamada, al preguntarnos por qué nuestro celular empieza a mandarnos publicidad de objetos que alguna vez buscamos... parece que no hay escapatoria.

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