Un hombre casi pierde su pene por practicar un método poco común para agrandarlo: se inyectó vaselina, aunque no contaba con que se le pudriría.
De acuerdo con medios locales, tras realizarse el procedimiento casero dos años atrás, el asiático no soportó la picazón y el dolor en sus genitales y acudió al hospital, donde le notificaron que su pene tenía una acumulación de líquido y una preocupante ulceración, por lo que se estaba pudriendo.
Su médico, Amer Amin, reveló que al hombre de 45 años le diagnosticaron una afección conocida como gangrena de Fournier, un “insecto carnívoro” que amenaza la vida de los genitales.
Agregó que la situación era complicada ya que la zona alrededor del pene estaba deformada, muy sensible y la acumulación del líquido, incluso, podría causarle la muerte.
El hombre, quien aseguró que en su región esa es una práctica muy común, se sometió a varias operaciones y múltiples tratamientos para poder retirar las partes podridas de su escroto y poder drenar sus testítulos de pus. Finalmente, tras un mes de cuidados intensivos, el hombre se recuperó.
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