Max el perrito de raza husky siberiano perdió la batalla contra el cáncer el pasado domingo. Su historia se hizo viral debido a que junto a su dueña Yoselín Macías vendían cupcakes afuera de una iglesia de Hermosillo, Sonora, para costear el tratamiento que necesitaba el peludito.
A través de redes sociales la joven dio la noticia y contó que un día antes, Max se veía muy cansado, con la respiración muy agitada. Por lo que se puso en contacto con el veterinario, el cual le indicó reposo, porque todo lo demás se estaba tratando. Pese a su estado de salud, el can cenó bien y tomó agua.
“Esta mañana a las 5 am Max entró a mi cuarto, cosa que él nunca hacía, él dormía en la sala se quedaba viéndome, nunca voy a olvidar eso, después durmió mucho a un lado de mi cama, a lado mío, yo volví a dormirme y cuando desperté él ya había fallecido”
La noticia conmocionó a muchos internautas que estuvieron al pendiente de Max, desde el día que Yoselín compartió la situación del perrito, que fue abandonado semanas atrás de un criadero de animales porque tenía “bolas” en todo su cuerpo.
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Afortunadamente Max, fue rescatado por Joselín quien le dio un hogar y luchó incansablemente para salvarlo, durante las tres semanas que estuvo con él.
Para solventar el tratamiento médico, la joven vendió postres y pidió apoyo en Facebook, del cual obtuvo buena respuesta, ya que varios usuarios, conmovidos por la acción de Joselín, hicieron donativos para ayudar a Max.
“Les agradezco enormemente todo el apoyo que nos brindaron, nunca voy a olvidar todas las cosas tan bonitas que nos pasaron juntos en este tiempo, tanto amor que nos mandaron de todas partes del mundo”, escribió Joselín.
knv