Hugo Boss es una de las firmas de lujo más reconocidas a nivel mundial, que durante la Segunda Guerra Mundial se encargó de vestir a los militares que integraban el ejército Nazi.
En 1923 Hugo Boss abrió su taller en Metzingen, Alemania, pero años después se declaró en bancarrota debido a la crisis de 1929.
En esa época, un joven Adolf Hitler había tomado ya las riendas del Partido Nazi y su discurso comenzaba a convencer a muchos alemanes. Y, al parecer, uno a los que persuadió fue Hugo Boss.
En 1931 el diseñador decidió unirse al Partido Nazi y su número de afiliado sería el 508,889, esto de acuerdo con el historiador y periodista Jesús Hernández.
Para 1933 Hugo Boss ya había decidido que vestiría a las tropas Waffen SS, cuerpo de élite que protegía a Hitler, las SA, una organización paramilitar del partido nacionalsocialista, y las Juventudes Hitlerianas.
Debido a la gran demanda el diseñador alemán dejó de producir ropa para civiles, ya que cada militar debía obtener ocho uniformes diferentes.
Cuando inició la Segunda Guerra Mundial, el trabajo de Boss incrementó, ya que recibía grandes cantidades de pedidos.
Los historiadores dicen que al no darse abasto en la producción utilizó a 180 prisioneros de guerra para trabajar en sus fábricas y que la mayoría eran mujeres.
Cuando terminó la guerra con la caída de Hitler, Hugo Boss dejó de ser un famoso empresario, ya que el nuevo gobierno alemán lo acusó de colaborar con el nazismo y fue multado. Intentó limpiar su nombre, pero el gobierno no lo perdonó.
Hugo Boss murió en 1948 y sus familiares se quedaron al frente del negocio y cambiaron el giro de la compañía y empezaron a producir ropa para jóvenes empresarios y la firma se volvió reconocida por sus elegantes diseños que siguen vigentes.