La Iglesia Católica beatificó este 10 de octubre a un joven llamado Carlo Acutis, un influencer que "supo utilizar las nuevas técnicas de comunicación para transmitir el Evangelio, comunicar valores y belleza", señaló el Papa Francisco.
Carlo Acutis murió a los 15 años de leucemia el 12 de octubre de 2006, y era conocido dentro de su comunidad religiosa por su labor de divulgación de la tradición católica utilizando las nuevas tecnologías.
Al joven le llevó horas y horas de trabajo de investigación para crear una página web y una exposición con los principales milagros eucarísticos que, hoy todavía sigue siendo visitada por miles de personas de todo el mundo.
Su labor para llevar el evangelio a través del Internet fue su legado en vida, sin embargo, tras su muerte, luego de que le fue detectada la leucemia, Carlo Acutis sigue sorprendiendo a la comunidad religiosa con los milagros que ha realizado.
Un niño brasileño de seis le hizo una petición para que lo ayudara a dejar de vomitar, condición que tenía debido a una malformación. La plegaria del menor fue escuchada luego de hacer la oración al venerable Carlos Acutis, así que esto fue considerado un milagro suficiente para que el venerable pasara a la beatificación.
El 18 de octubre de 2019, el equipo técnico de médicos de la Congregación para la Causa de los Santos recibió el dossier del presunto milagro acaecido en Brasil. El 14 de noviembre de 2019, dio un dictamen positivo.
Monseñor Ennio Apeciti, responsable de la Oficina para las Causas de los Santos de la Archidiócesis de Milán, dijo: “su fama de Santidad se ha difundido por todo el mundo, de forma misteriosa, como si Alguien quisiera darlo a conocer. En torno a su vida ha sucedido algo grande, frente a lo cual me arrodillo”.
Además, otra de las cosas que llama la atención sobre este joven beato es que luego de más de 10 años de haber fallecido, su cuerpo que viste un pantalón de mezclilla, una sudadera deportiva y en sus manos hay un rosario, se encuentra conservado.
Las autoridades que mantienen el cuerpo en el Santuario del Despojo, en Asís, Italia, han indicado que el cuerpo “se encuentra en un estado muy íntegro, no intacto, pero íntegro. Conserva todos los órganos”.
