El escritor español Iván Repila conmovió a las redes sociales al narrar su historia personal de papá al realizar una búsqueda intensa de “The Cebrit”, el muñeco de peluche al que su hija está muy apegada y que se perdió por unas horas.
El autor de “Una comedia canalla” comenzó su relato contando que se desconoce el origen de “The Cebrit”, apareció un día en la casa en las manos de su hija pequeña y desde ahí se volvieron inseparables y si no lo tiene, la niña llora hasta que aparece, el muñeco es tan importante que el escritor, dice, “a veces tengo más miedo de perder ese muñeco que de perder a mi hija: a ella se la puede encontrar por el rastro de destrucción que deja. A la cebrita no”, se lee en el tuit.
“The Cebrit se ha convertido en una compañera indispensable para el buen discurrir del adormecimiento. Si no hay The Cebrit, en esta casa se llora y se grita hasta que The Cebrit aparece. La primera regla de The Cebrit es que The Cebrit nunca está cerca. La segunda regla de The Cebrit es que The Cebrit está siempre más cerca de lo que piensas”, dice Iván Repila.
El escritor señala que el muñeco de peluche desapareció cerca del mediodía, cuando la niña tomaba la siesta, sin embargo, él y su esposa trataron de realizar juegos para encontrar a la cebra, pero no estaba en ningún lugar habitual.
Llegó un momento de gran tensión cuando se enteraron que la suegra del escritor había hecho limpieza general en la casa y había donado algunas pertenencias como libros. “La sombra de The Cebrit en un contenedor por error se ha cernido sobre nosotros”, dijo.
La suegra se unió a la búsqueda del muñeco de peluche y trataban de hablar en clave para que la niña no se diera cuenta del extravío de su muñeco favorito.
“Hemos levantado colchas, colchones, somieres. Alfombras, cajas, cuadros. He revisado la basura orgánica, la de plástico, la de cartón. Hemos mirado en la lavadora, los armarios, la nevera… hemos mirado en los armarios del baño, en las cajas de herramientas, en la bañera, en lugares tan altos que hacía falta una escalera para ver algo”, dijo el papá de la niña, pero aun así el juguete seguía perdido.
Tras una intensa búsqueda, el escritor y su familia se dieron por vencido y decidieron explicarle a la niña lo que había pasado con la cebra a la hora de dormir.
Con infinita calma y paciencia, mi mujer le ha explicado a Noa que la cebrita se había ido de vacaciones y que ahora lo tocaría dormir a ella sola. Mi mujer todo esto llorando, como es lógico. La niña empezando a comprender la dimensión de la tragediaIván Repila
El llanto era inminente, pues para la pequeña el muñeco de peluche es su posesión más preciada. “Mi mujer y yo sollozando discretamente, mirándonos de reojo, preguntándonos en qué contenedor, en qué bolsa de basura, dónde habíamos fallado. La niña empieza a gritar Eita, Eita, como todas las noches”.
Sin embargo, aunque la casa fue volteada de cabeza para encontrar al muñeco, finalmente cebrita hizo su aparición en el lugar menos pensado.
“Sacamos el pijama con el que la niña dormirá, por vez primera, sin The Cebrit. Y al darle la vuelta al pijama… Atascada en una manga… EN LA PUT%$# MANGA DEL PIJAMA... Ahí estaba The Cebrit”, concluye el relato.
Los usuarios de Internet viralizaron la historia y compartieron historias similares que les pasaron con sus hijos, incluso compartieron imágenes de los muñecos con los que dormía sus pequeños, algunos eran abejas, osos, elefantes, era el cebrita de cada niño que obligó a sus papás a buscarlo.