Netflix estrenó en este mes de abril una serie llamada La Serpiente, la cual está basada en la historia del asesino serial Charles Sobhraj, quien mató al menos a una docena de occidentales en el sendero hippie de la década de 1970.
Pero quién es La Serpiente de la serie de Netflix en la vida real, el hombre que se convirtió, en algún momento, en el más buscado por la Interpol.
¿Quién es en la vida real Charles Sobhraj, La Serpiente de Netflix?
El nombre completo del protagonista de la serie de Netflix es Hatchand Bhaonani Gurumukh Charles Sobhraj nació en 1940 en Saigón, en Vietnam, sin embargo, vivió en Francia, luego de que sus padres se divorciaron.
Cuando La Serpiente era adolescente fue encarcelado por delitos pequeños, pero tras su liberación comenzó a organizar estabas y robos que lo enviaron de nuevo a la cárcel cerca de París.
En 1970 se casó con Chantal Compagnon, una joven parisina de familia conservadora, con la que tuvo a su única hija. El matrimonio viajó a Asia, donde comenzaron a llevar una vida delictiva. Charles Sobhraj se dedicó al robo a mano armada.
En una huída, Sobhraj decidió separarse de su esposa, quien volvió a vivir con su familia en París. Así que La Serpiente se fue hacia Kabul, donde empezó a robar a mochileros en la ruta hippie.
Las cosas dieron un giro cuando Sobhraj se engañó a jóvenes mochileros, los drogó, les robó y los mató.
Se tiene registro de que La Serpiente, quien llegó a Neflix con una serie, mató a 12 personas entre 1974 y 1975 aunque el número real de asesinatos que cometió podría alcanzar cerca de 30.
¿Cómo detuvieron a La Serpiente, cuya historia está en Netflix?
La captura de La Serpiente de Netflix ocurrió En 1976, cuando Sobhraj intentó drogar a un grupo de 60 estudiantes franceses que estaban de vacaciones en Nueva Delhi en un intento de robarles pasaportes y dinero en efectivo dándoles pastillas para dormir disfrazadas de antibióticos.
EL plan fracasó porque el veneno comenzó a actuar de inmediato y cayeron en el lugar en el que estaban, por lo que las personas alrededor llamaron a la policía.
A pesar de que le dieron una pena de 12 años de cárcel, vivió una vida de lujo gracias a sobornar a prisioneros y guardias, y ha afirmado que pudo tener invitadas para tener relaciones sexuales mientras estaba tras las rejas.
