Los astros trabajan de manera misteriosas, y no para regir el destino de quienes creen en la astrología, sino porque son entidades más allá de la comprensión humana cuyos fenómenos tienen severas repercusiones en el planeta Tierra; y el próximo será que el Sol se detendrá.
Será este 20 de junio, a las 21:32 horas, en el hemisferio norte del planeta que el Sol se detenga, o eso es lo que aparentará; a este fenómeno cósmico se le conoce como solsticio de verano y ha formado un papel fundamental dentro de la cosmogonía de las culturas milenarias.
De acuerdo con Daniel Flores Gutiérrez, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM y responsable del Anuario Astronómico Nacional, el solsticio de verano tiene que ver con ciertas posiciones en la órbita de la Tierra en torno a nuestra estrella; y como ésta es elíptica hay puntos en los que el planeta está más alejado del astro.
Por ello, durante los puntos orbitales de retorno, y visto desde la Tierra, el Sol aparenta que no cambia de posición por semanas; “por eso se dice solsticio, que significa Sol parado o detenido”, explicó.
El solsticio de verano puede darse entre el 20 y hasta el 23 de junio, y ocurrirá el día más largo del año, con más luz y una noche corta.
